"Siento vergüenza y culpabilidad por todos las agresiones sexuales que he sufrido durante mi infancia". Un menor acusó ayer a su padre de haberle sometido a un calvario sexual cuando apenas tenía cuatro años de edad y a su madre de haberlo permitido. "Se lo conté a mi madre e incluso una vez presenció como le hacía una felación a mi padre. Le insultó y le llamó guarro, pero no hizo nada", dijo el menor.

Los padres de esta víctima se sentaron ayer en el banquillo de los acusados. Ambos ya habían sido condenados en un juicio anterior, pero ha tenido que repetirse la vista por orden del Supremo. El fiscal pide diez años de prisión por abuso sexual contra el padre, y nueve contra la madre, que sufre esquizofrenia, por cooperadora necesaria en este delito.

Los dos acusados niegan los hechos. Sin embargo, la acusación afirma que el progenitor comenzó realizando tocamientos al niños en las nalgas y terminó obligándole a que le realizara una felación. También le obligaba a que viera con él películas pornográficas.

Los hechos fueron descubiertos en la escuela donde acudía el menor, al detectar que a muy corta edad tenía conocimientos sexual que no eran acordes a su edad. A veces se colocó encima de otros niños y simuló mantener relaciones sexuales. En otra ocasión cogió una muñeca, le hizo un agujero y simuló una penetración.

Los padres, que hace más de cinco años que no pueden ver ni relacionarse con su hijo, sostienen que se trataba de un menor muy imaginativo.

La madre, que fue condenada a tres años de prisión, sostuvo ayer que nunca sospechó de lo que le estaba pasando a su hijo y el niño nunca le contó nada del comportamiento de su padre. La mujer, que está bajo tratamiento, explicó que llevaba a su hijo al psiquiatra y el médico tampoco apreció ningún signo de agresión sexual.

El menor se encuentra ahora acogido por sus abuelos.