La actividad delictiva de la banda sufrió un parón este verano, cuando dos de sus miembros fueron detenidos e ingresaron en prisión por golpear con un bate de béisbol a una pareja de su misma nacionalidad, y otros dos se marcharon a su país con parte del botín. Solo se quedó en Mallorca un miembro de la banda, planificando nuevos robos.

A principios de octubre salieron de la cárcel e inmediatamente se reincorporaron a la banda, con el robo en dos casas de Alcúdia y Pollença, de donde se llevaron cajas fuertes con gran cantidad de dinero y joyas.