La Policía Nacional ha desarticulado esta semana una banda de rumanos a la que imputan la comisión de al menos quince robos en domicilios habitados de Palma, s´Arenal y otros municipios de la isla en los últimos meses. Seis de los siete detenidos –cinco por los robos y dos por receptación– pasaron ayer a disposición judicial e ingresaron en prisión tras prestar declaración.

La "operación Papagal" es fruto de una larga investigación de los agentes del Grupo de Robos de la Policía, en colaboración con la Comisaría de la Playa de Palma, que llevaban desde el verano detrás de una banda organizada que se dedicaba a cometer robos en domicilios.

Según las pesquisas realizadas por los agentes, se trataba de una banda jerarquizada y organizada. Sometían a vigilancia el domicilio donde creían que podrían obtener un botín sustancioso hasta que confirmaban que sus moradores habían salido. Uno de los miembros de la banda entraba entonces en la casa, mientras que el resto permanecía vigilando en el exterior, y se llevaba todos los objetos de valor que encontraban, sobre todo dinero y joyas.

Ingresan en prisión

Los sospechosos fueron sometidos a una vigilancia discreta por parte de la Policía, hasta que se reunieron indicios sobre su participación en los robos. Esta semana se procedió a la detención de siete sospechosos, aunque uno de ellos fue puesto en libertad por la misma Policía. Tras las detenciones los agentes realizaron sendos registros en dos domicilios donde vivían los sospechosos, en s´Arenal, así como en una joyería y en otro domicilio de un presunto receptador. Allí encontraron herramientas para violentar las viviendas.

Los detenidos que fueron puestos ayer a disposición judicial son cinco rumanos, presuntos autores de los robos, y un hombre acusado de receptación. Al parecer este último es un empresario que les habría comprado joyas de oro, que pretendía fundir.

Los investigadores les imputan la comisión de 15 robos en el interior de domicilios en Palma, s´Arenal, Llucmajor, Alcúdia, Pollença y Portocolom, aunque no se descarta que hubieran cometido más en el resto de Mallorca.

El titular del juzgado ordenó el ingreso en prisión de los seis, si bien cuatro podrán salir con el pago de una fianza de 1.000 euros.