La fiscalía solicita penas que suman 50 años de prisión para un matrimonio acusado de violar, abusar y maltratar a sus cinco hijos durante años en el domicilio familiar, en Eivissa. La pareja será juzgada la próxima semana por el tribunal de la sección segunda de la Audiencia de Palma en la mayor de las Pitiüses. También está imputado un tercer sospechoso, compañero de piso del matrimonio, quien supuestamente sometió a los niños a continuos tocamientos íntimos a principios de los años 90. Para este hombre, de 65 años, el fiscal reclama una condena de 24 años de cárcel por cuatro delitos de abuso sexual.

Cuando el padre de las víctimas se percató de lo ocurrido con sus hijos, echó de casa al hombre. Sin embargo, varios años después, entre 2003 y 2008, él mismo protagonizó todo tipo de abusos y agresiones sexuales con sus propios vástagos tras hacerles creer que con los tocamientos se iban a curar de todo lo vivido años atrás en casa, según el fiscal. En algunas ocasiones, la madre estaba presente durante los abusos y otras veces incluso participaba en los episodios sexuales, según la acusación. El ministerio público pide 37 años de prisión para el progenitor por un rosario de delitos sexuales, mientras que para su esposa solicita 13 años.

Los hechos se iniciaron a principios de los años 90 cuando uno de los acusados convivía con el matrimonio y sus cinco hijos en un domicilio de Eivissa. Durante esa época, el hombre presuntamente se dedicó a realizar tocamientos a los niños de 9, 7 y 6 años, aprovechando que residía con ellos. El imputado entraba en sus habitaciones y supuestamente abusaba de ellos. Cuando el padre se enteró de estos hechos, lo echó de casa.

Pero, años después, los abusos continuaron, esta vez, por parte de la pareja. El padre supuestamente convenció a sus hijas de que con los tocamientos se iban a curar, por lo que abusó de ellas y las violó durante años, desde 2003 a 2008, según la fiscalía. En varios de estos actos también habría participado la madre, aprovechando que sus hijos veían normal lo que estaba pasando debido a su escasa madurez.

Así, el matrimonio, en años posteriores, con la excusa de curarles el daño que habían sufrido con el primer acusado, hacían que las hijas de 18, 13 y 11 años se desnudaran y se tocaran entre sí. Y también hicieron que uno de los niños tocara a su hermana, según la tesis de la acusación. Por último, el padre presuntamente golpeó durante años a sus cinco hijos y también a su mujer. El hombre cogía a su esposa por los pelos y la arrastraba por el suelo. También colocaba a sus hijos en fila y hacía que le dijeran frases humillantes a la madre, según la versión de la fiscalía.