La fiscalía solicita penas que suman 200 años de prisión para una banda de narcotraficantes que presuntamente desembarcó tres toneladas de hachís en una finca del Port de Valldemossa y otra de ladrones que supuestamente iba a robarles el gran alijo. Los sospechosos de ambos grupos fueron sorprendidos en la madrugada del 25 de abril de 2008 con multitud de fardos de droga procedente de Marruecos. La mercancía, valorada en más de trece millones y medio de euros en el mercado negro, había sido transportada desde el norte de África a la isla en una lancha semirrígida con cuatro tripulantes.

La denominada ´Operación Flor de Loto- Paradise´, llevada a cabo de forma conjunta entre la Policía Nacional y la Guardia Civil, supuso el descabezamiento y la desarticulación de las dos organizaciones. La fiscalía acusa a sus miembros, la mayoría de origen magrebí, de un delito contra la salud pública. Algunos de los integrantes también están imputados por asociación ilícita y conspiración para cometer un delito de robo con violencia e intimidación. Además de las penas de cárcel, el ministerio público reclama una multa de 40 millones de euros.

Macrojuicio en la Audiencia

El macrojuicio contra los 32 imputados, la mitad de los cuales están en prisión, está señalado para la próxima semana en la Audiencia Provincial de Palma. Está previsto que la vista oral se prolongue durante todo el mes de mayo debido a la complejidad del procedimiento, lo cual lo convierte en uno de los juicios más largos en los últimos años. El tribunal de la sección primera será el encargado de enjuiciar el caso. En principo, la vista podría celebrarse en la sala del jurado, que se ha acondicionado para acoger a los cerca de 30 abogados personados.

La edificio judicial de la Audiencia se blindará con ocasión del macrojuicio y la Policía Nacional intensificará las medidas de seguridad ante el elevado número de encausados por narcotráfico.

Según la versión de la fiscalía, los acusados constituían una organización liderada por dos hombres que presuntamente se dedicaba a introducir en Mallorca desde Marruecos grandes cantidades de hachís. A comienzos de 2008, la banda realizó un desembarco de droga en la finca Son Figuera del Port de Valldemossa, que contaba con un embarcadero privado, según la acusación. Posteriormente, en febrero de 2008, los integrantes empezaron a preparar un nuevo transporte de hachís. Para ello, supuestamente contactaron con los proveedores del norte de África, prepararon la infraestructura necesaria para el viaje, se encargaron del suministro de gasolina para la embarcación y acondicionaron el lugar del desembarco y el posterior almacenaje de los fardos. Los cabecillas también presuntamente contactaron con inmigrantes de origen magrebí para hacer de porteadores de la mercancía a cambio de dinero, así como con el responsable de la finca del Port de Valldemossa con acceso al mar y embarcadero propio.

Así, el 25 de abril de 2008 de madrugada llegó a la costa la lancha con múltiples fardos que los acusados desembarcaron y trasladaron en varios vehículos hasta un lugar junto a la casa de la finca. La embarcación emprendió el trayecto de regreso y los investigadores descubrieron, tras un registro, las tres toneladas de hachís. Los agentes comprobaron que un miembro de la banda les había traicionado al pasar información a otro grupo que pretendía robarles el alijo. Esta segunda organización fue desmantelada en las inmediaciones de Valldemossa antes de cometer el robo.