Un hombre aceptó ayer una pena de un año de prisión por haber entrado a robar en el cuarto piso de una finca de Palma, desde cuyo balcón cayó al vació cuando intentaba huir tras ser descubierto. El acusado, que pasó varios días en el hospital en estado crítico y que todavía padece secuelas físicas, reconoció los hechos y aceptó también indemnizar a las moradoras del inmueble.

Los hechos se remontan al 21 de diciembre de 2007, cuando el acusado, un búlgaro de 34 años, entró a robar en una vivienda de la calle Pere Ripoll i Palau, en es Rafal, tras forzar el acceso. Eran las dos y media de la madrugada y el ladrón quiso aprovechar que la mujer y su hija que residían en el cuarto piso, estaban durmiendo. Pese a que el intruso trató de actuar con sigilo mientras buscaba los objetos de valor que pudiera llevarse, la madre despertó alarmada por los ruidos que oía en su casa.

La mujer se levantó y sorprendió al ladrón in fraganti en el comedor. El hombre improvisó entonces una huida rápida y trató de descolgarse por el balcón para llegar a otra vivienda desde la que sería más fácil escapar. Sin embargo, el ladrón perdió el equilibrio y acabó cayendo al vacío desde una altura de casi quince metros.

Estado crítico

Fue la propia víctima del robo quien, tras descubrir lo ocurrido, alertó a los servicios sanitarios. El hombre fue trasladado de urgencia al hospital Son Dureta, en cuya UCI estuvo ingresado varios días en estado crítico, con varias fracturas y ventilación asistida.

Pese a la gravedad de las lesiones, consiguió recuperarse. Ayer, el sospechoso acudió al juzgado de Vía Alemania apoyándose en unas muletas, ya que la caída le ha dejado algunas secuelas en las piernas.

El hombre reconoció en el juzgado de lo penal número 7 su participación en los hechos y aceptó una condena de un año de prisión por un delito de intento de robo en casa habitada. Su letrado y la fiscalía, que en principio reclamaba una pena mayor, alcanzaron un acuerdo que evitó la celebración de la vista.

Dada la conformidad de las partes, La jueza declaró firme la sentencia, por lo que el fallo no podrá ser recurrido. Además de la pena de prisión, el acusado aceptó indemnizar a las moradoras de la vivienda desde la que se precipitó con más de 900 euros por los desperfectos que provocó al entrar por la fuerza en el piso.

También deberá abonarles 6.000 euros en concepto de daños morales a la mujer y su hija, tal y como estas reclamaban a través de la acusación particular.