Como es habitual por estas fechas, la Guardia Civil ha realizado esta semana la subasta de las armas de fuego que han sido recogidas por su servicio de intervención. En total eran más de seiscientas piezas las que salían a subasta: 454 escopetas de caza, 43 carabinas, cuatro rifles, un rifle de avancarga, 80 pistolas , 21 revólveres tres pistolas de avancarga. La mayoría de las armas proceden de particulares a los que caduca el permiso y quieren deshacerse de ellas, o bien que no las reclaman tras dejarlas en depósito.

Unas 1.200 pujas. Esta subasta es seguida con interés por numerosos aficionados a las armas, entre los que se encuentran cazadores, miembros de las fuerzas de seguridad o coleccionistas. A lo largo de los días que la exposición ha permanecido abierta al público, entre el lunes y el viernes de la semana que acaba, han pasado por la Comandancia de la Guardia Civil unas trescientas personas, que han realizado un total de 1.200 pujas. El sistema que se utiliza es el denominado "sobre cerrado": cada uno coloca los números de referencia de las armas que le interesan junto a la cantidad que ofrece. El lunes se abrirán pliegos en el salón de actos de la Comandancia.

Qué pesados. Esta semana se ha producido una nueva ofensiva de "phishing", el timo que consiste en simular un mensaje de seguridad de un banco para conseguir que el incauto facilite sus claves de seguridad o que establezca un contacto para infectar su ordenador con un virus troyano. Los timadores han inundado los correos de toda España con millones de correos falsos, pero al número se unen nuevas características para adquirir fiabilidad. Ahora incluso incorporan publicidad de las tarjetas de crédito del banco en cuestión y finalizan dando consejos algunos de seguridad, como que no se faciliten nunca las claves de las cuentas. Señal de que pueden conseguirlas por otros medios, así que mejor borren el correo sospechoso en cuanto lo reciban.

Coca en el Dijous Bo. La Guardia Civil de Inca les aguó la fiesta a unos cuantos consumidores de droga esta semana. Tras vigilar a dos colombianos, considerados dos de los narcotraficantes más activos de la ciudad, los agentes llegaron a la conclusión de que estaban haciendo acopio de drogas de cara a un incremento de la demanda durante las fiestas. La operación Parábola se saldó con la detención de los sospechosos y la incautación de más de un kilo de cocaína y marihuana. Y algunos tuvieron que conformarse con la tradicional coca de trampó.