La Policía Nacional detuvo esta semana a un joven de 20 años conocido como ´El Silencioso´ por robar en ocho domicilios de Palma mientras los dueños dormían plácidamente. El sospechoso se caracterizaba por actuar de noche con gran sigilo e incluso se introducía en las habitaciones donde dormían las víctimas, ajenas a la presencia del ladrón. Una vez dentro de las viviendas, supuestamente se apoderaba de joyas, dinero, teléfonos móviles u otros objetos de valor. ´El Silencioso´ ingresó ayer en la prisión de Palma por orden judicial. Únicamente admitió uno de los robos que se le imputaban.

Los agentes del Grupo de Robos de la Jefatura Superior de Policía se encargaron de iniciar las pesquisas y, finalmente, el pasado lunes consiguieron arrestar al avezado ladrón. Su apodo, ´El Silencioso´, responde a su ´modus operandi´. El joven demostraba ser muy habilidoso en la oscuridad. Normalmente, actuaba de noche, en una franja horaria comprendida entre las dos y las cinco de la madrugada, y sus principales objetivos eran las plantas bajas y primeros pisos, donde accedía a través de las ventanas y balcones. Tras forzar las cerraduras, recorría la vivienda y las habitaciones con gran sigilo e incluso se aproximaba a pocos centímetros de los moradores, que dormían plácidamente, para registrar sus mesillas de noche.

Son Dameto y es Fortí

La Policía informó ayer de que el sospechoso se había centrado principalmente en las barriadas palmesanas de Son Dameto y es Fortí. El joven supuestamente robó en viviendas ubicadas en las calles Julià Tallades, Antoni Maria Alcover, Niceto Alcalá Zamora y, especialmente, en la calle Antoni Gaudí, donde actuó en cuatro ocasiones en la misma semana. ´El Silencioso´ presuntamente se apoderó de valiosas joyas, dinero y otros objetos, efectos que habrían tratado de ser vendidos en tiendas de segunda mano. La mayor parte del botín ha sido recuperado por los agentes.

El joven fue sorprendido dos veces por las víctimas y tuvo que huir a toda prisa sin poder robar nada. Ayer fue trasladado al juzgado de instrucción 10 de Palma, cuya titular acordó su ingreso en prisión. El arrestado se mostró muy frío y reconoció solo un robo.