El pasado jueves el detenido tuvo que explicar a la Policía qué tipo de relación había mantenido con la viuda del empresario asesinado. Cuando ocurrieron los hechos la mujer se encontraba embarazada. Estaba esperando el segundo hijo de Meisel y cuando se cometió el asesinato se encontraba en Alemania visitando a su ginecólogo. Los investigadores le preguntaron a Sven Holger M. si el padre de la criatura que esperaba la viuda era él y no Meisel. La respuesta fue un no rotundo. El ex empleado negó que ya se entendiera con Diana Ritter antes de la muerte del empresario alemán, aunque los investigadores sospechan que existía algo más que una relación entre empleado y mujer del jefe.

Lo cierto es que el sospechoso y la mujer han mantenido una larga relación sentimental. Tienen una hija en común, de corta edad, pero hace meses que la relación está rota. De hecho, Diana le ha denunciado varias veces por incidentes familiares. Sven Holger M. ha denunciado también que tras separarse de la mujer ha tenido muchos problemas para ver a su hija.

Diana Ritter, la viuda, vendió la mayor parte de los negocios que había iniciado su esposo. El precio que recibió, según señalaron fuentes próximas a la investigación, fue muy elevado. No es extraño ya que la recaudación diaria en la cervecería de la Platja de Palma era millonaria. El Bierkönig era uno de los negocios más rentables de la calle del Jamón de s´Arenal.