Siete personas han sido detenidas por la Guardia Civil, dos de ellos menores, que estarían implicados en el robo cometido el pasado martes en un domicilio de Muro, en el que los delincuentes golpearon y maniataron a una mujer para que facilitara la combinación de la caja fuerte. Se da la circunstancia que uno de los detenidos trabajaba para el marido de la mujer, un empresario de la construcción. Los cinco adultos detenidos son todos de origen magrebí y tienen edades comprendidas entre los 18 a 22 años. La Guardia Civil sospecha que los presuntos delincuentes llevaban planificando este golpe desde hacía un mes y que cada uno tenía una función establecida para llevar a cabo este asalto. De los siete detenidos, tres de ellos entraron en la vivienda. Allí se encontraba la mujer, llamada Antonia, que explicó que en la mañana del martes le llamaron por teléfono porque querían llevarle un paquete a su marido. Contestó que estaba sola y que su marido regresaría más tarde. Cuando la mujer salió de su domicilio tres individuos la estaban esperando y la obligaron a entrar de nuevo en su casa. Una vez dentro fue golpeada y manietada. Los delincuentes le colocaron un pasamontañas en la cabeza y la envolvieron en cinta de embalar. Querían que la mujer les dijera la combinación de la caja fuerte, ya que sospechaban que allí se guardaba mucho dinero porque se acercaba el día de cobro de los empleados del empresario. La Guardia Civil ha averiguado la función que tenía cada uno de estos detenidos en la planificación de este robo. Se dividieron las funciones y mientras unos ejecutaban el golpe, los otros proporcionaban el material para robar la caja y después guardar el botín. La víctima perdió el conocimiento. Los delincuentes la sentaron en una silla de cara a la pared. "Para despertarme del desmayo me dieron patadas. Tras despertarme me amenazaron con un cuchillo". La víctima aprovechó un descuido de los delincuentes para esconderse en una habitación. Allí logró liberarse de la cinta que le rodeaba las manos con la esquina de la cama. Después pidió ayuda. Los delincuentes huyeron de la casa. Se llevaron 1.230 euros que la mujer guardaba en su bolso para pagar una nevera que había comprado.