Los juegos del hambre

¡Hola a todos, queridos lectores! Seguro que muchos de ustedes, al igual que servidora, estamos navegando la temida cuesta de enero. Esa época del año en la que nuestra tarjeta de crédito parece que está practicando un baile peligroso, no solo por las compras navideñas, sino también por las irresistibles rebajas que se han unido a la fiesta. La pregunta que nos ronda la cabeza es: ¿cómo vamos a llegar a febrero intactos?

Pero, hey, enero no solo nos trae preocupaciones financieras, también nos embriaga con la emoción de nuevos propósitos. El 2 de enero llega y todos entonamos el mantra universal: «año nuevo, dieta nueva». Los gimnasios se llenan de entusiastas dispuestos a quemar esos kilitos extra ganados durante las festividades. Sin embargo, si creían que lo lograríamos, les aseguro que aquí en Mallorca, al menos, la cosa se complica. Nos sumergimos de lleno en las celebraciones de Sant Antoni y Sant Sebastià, y con ellas, la temporada de espinagades, xulla, botifarrons, llonganissa, llonguets, y un largo etcétera de delicias culinarias.

Pero no se preocupen, porque como le dije a mi nutricionista con una sonrisa en la cara: «todo es proteína y está elaborado a la plancha». ¿Quién puede resistirse a tan sabia filosofía?

Y ahora, en modo plancha, vamos a contarles sobre los últimos eventos a los que hemos asistido. Esperamos que disfruten de nuestra crónica tanto como nosotros disfrutamos de estos momentos.

APERTURA DE SELVATGE

Bajo el cobijo de la majestuosa Serra de Tramuntana, en el corazón mismo del pueblo de Selva, Isabel Vicens y el chef Claudio Lemos han dado vida a un sueño acariciado y a un proyecto íntimo que redefine la escena gastronómica local.

Selvatge emerge como un concepto disruptivo, impregnado de pasión y compromiso con la sostenibilidad, abrazando la premisa inequívoca de «proximidad y producto local». Es una apuesta por compartir experiencias culinarias excepcionales alrededor de una mesa que se convierte en epicentro de deleite gastronómico.

Este nuevo rincón se erige en un paraje único, una auténtica casa mallorquina meticulosamente restaurada que despliega un diseño acogedor, fresco y cautivador. El remate perfecto lo brinda un impresionante jardín que, en la temporada estival, se convierte en un oasis de ensueño.

Su esencia queda fielmente reflejada en el nombre, representando una novedosa manera de socializar, relacionarse y experimentar la cocina desde una perspectiva completamente renovada.

Selvatge es el nuevo rincón en Selva que no solo satisface el paladar, sino que redefine la forma en que nos relacionamos con la comida y entre nosotros en una comunión única entre tradición y vanguardia.

PRIMERA NAVIDAD DE KIMPTON AYSLA

En estas primeras festividades, el hotel Kimpton Aysla ha dejado a todos boquiabiertos con su interpretación del clásico Charlie y la fábrica de chocolate. Un delicioso aroma a cacao impregnó cada rincón de este recién estrenado establecimiento hotelero, transformándolo en un escenario sumergido en un mundo de fantasía y colores, reminiscente de la icónica película que inmortalizó Johnny Depp.

La atmósfera festiva no se limitó a los huéspedes alojados en él, sino que abrió sus puertas a todo aquel que deseaba sumergirse en la magia de la Navidad. Se ofrecieron una variedad de actividades para toda la familia, desde apasionantes talleres de chocolate hasta proyecciones cinematográficas, animación infantil y las tradicionales celebraciones propias de la temporada.

Este nuevo refugio hotelero no solo ha elevado el estándar de hospitalidad, sino que ha creado un espacio donde la magia de las fiestas se fusiona con el encanto de la película clásica, llevando a cada visitante a un viaje mágico donde los sueños y el placer sensorial se entrelazan. Las primeras Navidades de este enclave han dejado una huella imborrable en quienes lo han visitado, marcando el inicio de lo que promete ser una tradición navideña única y extraordinaria.

CELEBRACIONES EN GRUPO VALPARAISO

Esta joya de hospitalidad hotelera se distingue por su firme compromiso de brindar a sus huéspedes y clientes una experiencia única, cuidadosamente preparada y atendida por un equipo humano entregado. Año tras año, este refugio se renueva con una decoración efímera, una muestra palpable de dedicación y esmero que lo distingue.

Desde la celebración de una Nochevieja vibrante que se erige como una de las más divertidas de la isla, hasta la visita especial de Papá Noel y la exquisita degustación de los dulces típicos de la región durante las festividades, el hotel se convierte en el epicentro de la magia navideña. Pero su compromiso no se limita al disfrute exclusivo de los afortunados presentes; va más allá.

En un gesto solidario, el hotel dirige su mirada hacia aquellos que no pueden disfrutar de una Navidad convencional. Cada año, colabora con la Fundació Nazaret, extendiendo su mano para apoyar a niños y jóvenes bajo la tutela de esta organización. La generosidad del hotel trasciende sus lujosos muros, irradiando una luz cálida y solidaria en estas fechas tan especiales.

Así, este establecimiento no solo se limita a proporcionar experiencias inolvidables a sus visitantes, sino que también se erige como un faro de solidaridad y compromiso social, recordándonos que la magia de la Navidad radica no solo en el lujo y la diversión, sino también en el acto de dar y compartir con aquellos que más lo necesitan.

BLISS WINTER

La llegada del invierno nos insta a congregarnos, y la Navidad a buscar el obsequio ideal capaz de iluminar la vida de nuestros seres queridos. Cuando a esta ecuación le sumamos la presencia de marcas artesanas y una exquisita propuesta gastronómica, obtenemos la fórmula perfecta para que las festividades navideñas sean un rotundo éxito. «Reunir» se convierte en la premisa central del encantador mercadillo Bliss Winter, meticulosamente orquestado por Ana Trujillo y Cecilia del restaurante Xolotl.

Este evento no se limitó a deslumbrar con variadas marcas de moda, decoración y delicias gastronómicas; trascendió las expectativas al incluir charlas informativas sobre nutrición y revitalizantes clases de yoga. Bliss Winter se transformó así en una experiencia que irradió alegría tanto a grandes como a pequeños, demostrando que las festividades no solo son un festín para los sentidos, sino también una oportunidad para nutrir el cuerpo y el espíritu.