Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El día en que 300 'hippies' fueron expulsados a palos de un pueblo de Ibiza

José Luis Mir revive en un libro el día en que los 'peluts’ de una comuna tomaron Santa Eulària y hartaron a los vecinos con sus desmanes

Ilustración de 'El Cristo de los Hippies' para el libro, obra de Yoa Covas. / Y.C.

José Luis Mir quedó tan fascinado al escuchar la historia que le narró un amigo que no daba crédito a que esta no fuera vox populi. Como todos los ibicencos, sabía de un capítulo similar, cuando el párroco de Sant Carles encabezó una razzia contra los peluts que hacían nudismo en s’Aigua Blanca. En cambio, desconocía la reyerta provocada por 300 hippies que tomaron el centro de Santa Eulària para su disfrute, cortando el tráfico, sustrayendo alcohol e increpando a los lugareños. Fue el 16 de julio de 1971, el día en que los vecinos se hartaron de los desmanes de una numerosa comuna de jóvenes extranjeros y se sumaron, a palos, al dispositivo policial, que requirió, prácticamente, de todos los efectivos de la isla.

"¿Una historia tan potente y yo no la había escuchado nunca? Tenía que darla a conocer"

José Luis Mir - Investigador

decoration

"¿Una historia tan potente y yo no la había escuchado nunca? Tenía que darla a conocer", recuerda Mir, que cuenta con una amplio bagaje en la realización de documentales históricos. Hace poco más de dos años que un amigo de Santa Eulària le sorprendió con este relato, que los coetáneos de la Villa del río conocen como la rebelión de los hippies.

Se puso manos a la obra, dio con al archivo judicial y entrevistó a una docena de testigos, entre vecinos, guardias civiles y uno de los peluts participantes. Este último, que prefiere mantener el anonimato, se dio cuenta de que la fiesta en Santa Eulària se estaba yendo de madre y quedó al margen del encontronazo.

José Luis Mir, en la sede de Diario de Ibiza. C.N.

Sin imágenes

Sin embargo, Mir no encontraba archivos audiovisuales, ni películas ni fotografías, pero no desistió de su propósito de divulgar la historia y se embarcó en su primer libro, ‘Santa Eulària, Ibiza, 1971. La rebelión de los hippies’. El propio autor presenta mañana el trabajo, a las ocho de la tarde, en el Teatro España de la localidad, dentro del programa de fiestas patronales del pueblo, y el domingo lo tendrá a la venta en un puesto en la feria de artesanía del Puig de Missa. A falta de documentación gráfica, la publicación cuenta con ilustraciones de la pintora Yoa Covas, que recrea algunos momentos y protagonistas de aquellos incidentes.

Pese a la imagen pacífica, ingenua y romántica que se atribuye a los hippies, los testimonios recopilados por Mir señalan el hartazgo al que se llegó aquel verano en Santa Eulària por un grupo de jóvenes, ebrios y que campaban a sus anchas por el pueblo y las fincas colindantes. El origen del conflicto era una casa de campo en el Pla des Novells, a tres kilómetros del pueblo, donde se fue formando una comuna con la llegada progresiva de peluts. El líder era un estadounidense, Robert Jack Berg, a quien denominaban ‘El Cristo de los hippies’ por su inseparable bastón en forma de cruz.

Los vecinos se hartaron de que los 'peluts' hicieran sus necesidades junto a sus casas y les robaran fruta

decoration

Invasión de terrenos

Los testimonios de la época señalan que, a mediados de julio, ya vivían unos 300 jóvenes allí y la mayoría dormía al aire libre en plena feixa. Sin instalaciones sanitarias, tomaron la costumbre de hacer sus necesidades en los terrenos vecinos, incluso junto a las casas, además de robar fruta y verdura de los campesinos, bañarse en sus albercas o con el agua de sus cisternas.

La Guardia Civil los desalojó en la mañana del 16 de julio y se trasladaron al pueblo al mediodía, junto a miembros de otras comunas, para montarse una fiesta, cortando la avenida Sant Jaume, mientras se ponían finos en los tres turnos de cena que reservaron en el restaurante La Bota. El desmadre acabó como el rosario de la aurora y con 57 detenidos, que pasaron cinco días en la prisión de Palma, tal y como detalla Mir en su libro y avanzará mañana en el Teatro España.

Compartir el artículo

stats