La familia Febrer brindó, el miércoles, por todo lo alto con motivo de la inauguración de las nuevas instalaciones de Blanca Terra. La bodega, nacida en 2014 como una afición del empresario Bernat Febrer y cuyo nombre remite al color del terruño donde está sembrada la mayoría de su viña, inicia una nueva etapa enfocada al enoturismo después del cambio de sede de Porreres a Montuïri.

El celler, que pertenece a la Indicació Geogràfica Protegida Vi de la Terra Mallorca, se ubica en lo que antiguamente era el restaurante-bufet Can Tomeu es Pollencí, en la carretera de Manacor. El local se encontraba sin usar desde hace unos años, después del fracaso de restaurantes como Wok y Botxo. Ante el abandono de este edificio, la familia Febrer se interesó por el inmueble y lo compró a finales del año pasado, realizando una reforma total, después de dar el visto bueno al concepto presentado por el enólogo Jaume Bergadà. Él mismo explicó durante el estreno que el proyecto llevado a cabo por la familia Febrer era similar a una orquesta: “Se necesitaba una partitura -que Bergadà se ha encargado de elaborar-, un director -en este caso Rafel Lladó- y unos buenos instrumentos -en alusión a la tecnología adquirida-, así como unos buenos músicos -en referencia a las vides y al personal-; y Bernat Febrer ha hecho lo posible para que esto sea una realidad”. De hecho, la hija de Bernat Febrer, Maria Antònia, se ha encargado de supervisar personalmente todo el proyecto de forma minuciosa, desde la compra de la maquinaria, incluido un sistema con gas inerte con el fin de elaborar vinos sin necesidad de usar sulfitos, hasta la decoración y la creación de un museo enológico.

Nuevos vinos

Jaume Bergadà está vinculado a esta bodega desde sus inicios. Él mismo asesoró a Bernat Febrer sobre las variedades más idóneas para sembrar en la tierra donde tiene sus viñas, básicamente foráneas como Merlot, Monastrell, Chardonnay y Riesling, pero hay que decir que ya están trabajando para incorporar las autóctonas en los nuevos terrenos de Blanca Terra en Montuïri. 

El acto también sirvió de escenario para presentar dos nuevos vinos de Blanca Terra. En primer lugar, los asistentes pudieron degustar Ses Planes, en el que predomina el Chardonnay, un blanco que ha reposado en depósito de hormigón ovalado durante un año, de aromas dulces y de final seco. También se pudo catar el vino Febrer Selecció, un premium elaborado con un coupage de Merlot, Cabernet Sauvignon y Monastrell, en el que destaca la madera, que ha reposado un año en bota, otro año más en fudre y otro más en botella.

Pere Sansó, yerno de Bernat Febrer, apuntó que ahora el reto se encuentra en la comercialización del vino, especialmente en un año tan complicado como el actual. Por ello, también es remarcable comentar que el celler cuenta con un gran espacio dedicado a meriendas y catas de vino, y combinará su actividad con actividades complementarias, como el concierto que ofrecerá el próximo 20 de septiembre con el cuarteto de cuerda Minimal Tempo. 

La cita contó con la presencia de Joan Verger, alcalde de Montuïri; Iago Negueruela, conseller de Economía y Turismo; Gabriel Torrens, director general de Agricultura y Ganadería, así como más de medio centenar de invitados.