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Veleros de luxe

Maltese Falcon, un velero revolucionario

Con un diseño innovador sobre todo en lo referente a la maniobra de sus velas, es uno de los veleros privados más grandes del mundo

El ´Maltese Falcon´, en aguas baleares. m. r. Aguilera

Fue construido por la empresa italiana Perini en su factoría de Yildiz en Tuzna, Turquía, por encargo de Tom Perkins, un magnate norteamericano, que ya era propietario de otras embarcaciones y deseaba tener una embarcación distinta a las demás. La firma italiana se puso manos a la obra y surgió este velero de tres palos con un innovador y revolucionario sistema de maniobra de las velas. La nave entró en servicio en el año 2006.

Sus dimensiones son de 88 metros de eslora por 12,6 de manga, y 6 de calado, con 1.250 toneladas de desplazamiento. Sus quince velas tienen una superficie total de 2.396 metros cuadrados, habiendo llegado a alcanzar velocidades de casi 25 nudos, aunque su velocidad de crucero es de 16 nudos. Además, va equipado con dos motores Deutz TBD 620. La capacidad es de doce invitados, en seis camarotes, servidos por 18 tripulantes. Destaca el camarote del armador que cuenta con dos cuartos de baño y gimnasio, además de la posibilidad de utilizar como terraza privada la zona de popa de la cubierta exterior. Va equipado además con todo tipo de artilugios para los deportes náuticos, así como aire acondicionado, wifi, jacuzzi, etc.

Los interiores, son dignos de una nave así destacando el atrio central con techo trasparente. Sus tres cubiertas están unidas por una escalera de caracol. En su cubierta principal están el salón y el comedor, ambos de grandes dimensiones. La nave va equipada además con un cine al aire libre, proyectándose las películas en una de sus velas. También destacable es que su cubierta está libre y despejada debido a la altura en que están las vergas.

Pero lo más destacable del Maltese Falcon es que va dotado de un revolucionario sistema para la maniobra de las velas: utiliza un aparejo cruzado y tiene tres palos giratorios sin jarcia, de 58,2 metros de altura construidos en carbono, cada uno con seis vergas curvadas de las que penden cinco velas cuadras, que van enrolladas dentro de cada palo, y éstas son desplegadas mediante motores eléctricos, en una maniobra que dura unos seis minutos, un revolucionario sistema desarrollado en Alemania denominado Dyna Rig. Cada palo es independiente y cada uno de ellos gira gracias a que tiene instalado en su base un motor hidráulico.

Toda la operación es coordinada por un solo tripulante pudiendo alcanzar el buque a vela velocidades de casi 25 nudos. Perkins se cansó pronto de su barco y dos años después de su entrada en servicio fue vendido. Hoy día, el Maltese Falcon es posible alquilarlo por periodos de tiempo, navegando preferentemente por el Mar Caribe en invierno y por el Mediterráneo en verano.

El Maltese Falcón ha visitado las aguas del mar balear y la bahía de Palma en diferentes ocasiones, tanto en viajes de placer como en escalas para ejecutar alguna reparación, incluso hace unos años estuvo regateando en la bahía dentro de la Palma Superyacht Cup.

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