raphael demostró ayer que sigue en plena forma en el primero de los dos conciertos programados en el Auditòrium de Palma. Un recital que puso en pie a sus seguidores y que se nutrió de canciones de amor y desamor, dos temas recurrentes en su vasto cancionero. El músico, un adicto a la pasión que siente por su oficio, volverá a subirse hoy a las tablas de la sala del Marítim, en otra noche que promete un baño de multitudes. Raphael no suelta el acelerador y en una entrevista concedida a este diario días antes de su actuación adelantó que ya trabaja en un nuevo álbum.