Los trabajadores de la Orquestra Simfònica cobraron ayer las nóminas atrasadas correspondientes a los meses de julio, agosto y septiembre. De momento, los músicos mantienen la huelga hasta que se garantice su futuro y dimita el gerente, Marcelino Minaya. Con el pago de los sueldos adeudados, el comité de empresa retomará esta semana las negociaciones sobre su futuro con las instituciones.

Por su parte, el Círculo de Bellas Artes (CBA) reclamó ayer a las tres instituciones que financian la orquesta -Govern, Consell de Mallorca y Ayuntamiento- entendimiento que permita a la formación seguir desempeñando su actividad con plena normalidad.

El CBA señaló en un comunicado que entiende que, en la situación actual, todas las actividades culturales han debido de ser objeto de una reducción en sus presupuestos, pero reclama que se permita a la orquesta continuar su labor "para que la música, como una de las bellas artes, siga teniendo su necesaria presencia en la sociedad".

La entidad recordó su estrecho vínculo con la Orquestra Simfònica, creada en 1946 y antecedente de la actual Ciutat de Palma, ya que José Balaguer y Antonio Parietti, presidente del CBA, fueron sus impulsores y la agrupación musical compartió con el Círculo las dependencia del Casal Balaguer hasta el año 1972.

El CBA considera que el actual impasse "no debería resultar insuperable siempre y cuando se trate de establecer el necesario equilibrio entre la importancia de su labor y un ejercicio de realismo sobre la orquesta", que considera permisible en las actuales circunstancias.