Raphael. Cantante. Regresa a Palma "más comprensivo y más humano" que nunca con un cancionero en el que desplegará sus joyas de la corona así como grandes temas que quedaron "condenados de por vida" porque fueron menos ´pinchados´ en las radios. El de Linares asegura que cada escenario que pisa es el más importante.

-Además de las joyas de la corona, en Mi gran noche da una segunda oportunidad a grandes temas que no encontraron hueco en su carrera. ¿Cuántas vidas puede tener una canción?

-Infinitas. Depende después del artista que las interprete o si las va actualizando habitualmente. Yo lo hago: las grabo de nuevo en el estudio con los nuevos efectos y sonidos que van saliendo. En este caso de Mi gran noche, lo que sucede es que, antes, de todos mis discos, se elegían normalmente tres temas que eran los que se escuchaban en la radio o yo cantaba en directo. Las otras nueve canciones se quedaban condenadas de por vida. Ahora las he resucitado.

-¿Cómo es reencontrarse con esos temas?

-Fantástico. La experiencia ha ido muy bien porque son hijos míos. Me da mucho gusto reencontrarme con muchos hijos de los que ya no me acordaba. Ahora te voy a dar una noticia: no estoy remasterizando mis canciones, sino que las estoy volviendo a grabar partiendo de cero, interpretándolas cómo estoy yo ahora, con la voz que tengo en este momento y con todo lo que he aprendido.

-Recorre el país de gira. ¿A españa la vertebran el fútbol y Raphael?

-(Risas) A España la vertebra su maravillosa gente, una gente tan diferente y tan igual a la vez. Hay que estar juntos todos, porque la unión hace la fuerza.

-Entonces no debe aplaudir el camino hacia la independencia emprendido por Cataluña.

-No me meto para nada con esas cuestiones. Cada uno tiene sus gustos y yo los respeto, como espero que me respeten a mí.

-¿A usted qué le rompe la voz cuando no canta?

-El hambre en el mundo, los niños que lo pasan mal. Se me parte todo. Que ni siquiera tengan para alimentarse es la mayor injusticia del mundo.

-¿Se sienten alguna vez las canciones como posesiones propias? Lo digo porque no sé si hay alguna versión de alguien que haya trabajado con ellas que no le haya gustado.

-La verdad es que hay muy pocas versiones de mis canciones. Son demasiado personales para que sean versionadas. En este sentido, soy muy afortunado. Yo sí me atrevo a versionar canciones de otros artistas. Por ejemplo, tuve mucho éxito con A mi manera [My Way], de Paul Anka, mundialmente conocida porque la cantó Frank Sinatra.

-¿Cómo sería su gran noche?

-Para mí todas las noches son grandes noches porque salgo al escenario con el espíritu de que yo y el público vamos a tener la mejor noche que podamos. La gente sale contenta y feliz del espectáculo, y yo salgo al escenario sin nervios y dispuesto a disfrutar con el público. Es increíble ver la gran cantidad de espectadores que repiten en los conciertos. Sorprendentemente, también están llenos de gente joven.

-¿Lo que pasa en este país es un escándalo?

-Es mucho más escándalo el de la canción. Vamos a ver, lo que sucede en este país y en muchos otros es un escandalazo con mayúsculas y en tres dimensiones. Tenemos que trabajar y trabajar para evitar lo que está sucediendo. Trabajar con música de fondo.

-Es un poco difícil trabajar con el paro que hay.

-Es cierto. Lo que hace falta en este país son ocho millones de puestos de trabajo. La gente es lo que necesita, trabajo, con él, todo lo demás se va solucionando.

-Muchas de sus canciones son elegidas por los concursantes de programas tipo La voz. ¿Qué opina de estos espacios que buscan nuevos talentos?

-Soy partidario de estos concursos. Yo también salí de un programa de radio. Y gané el de Benidorm. Todo eso está muy bien, pero lo que no está tan bien es que siempre salgan los mismos y que se repitan las mismas caras en los concursos. Creo que hay otra gente también. Por otra parte, soy partidario de que haya un único concurso, no de que cada cadena tenga el suyo intentándole infundir su propio estilo. Con tantos concursos así en tantas cadenas, todo es un lío espantoso.

-¿En España alguien ha cantado por encima de sus posibilidades?

-Sí, a veces. En ocasiones se oyen estridencias varias. Habría que dejarlo más claro: gritar es gritar y cantar es cantar. No hay que confundirse.

-¿Por qué causa haría una huelga general y no saldría a cantar?

-Por muchas cosas: por el IVA, por los recortes y por tantas cosas. De todos modos, puedo cantar y después ir a la huelga o al revés. No hay que dejar de trabajar para hacer huelga, creo que se pueden hacer las dos cosas.

-¿Cuál consideraría su hora más negra?

-Mi hora más negra ya la pasé con una enfermedad de la que me he recuperado. Ahora ya nada puede asustarme. He cambiado mucho, y para bien. Y creo que todo esto se nota sobre el escenario. Soy más de todo: más comprensivo, más humano. Quien pasa por una cosa tan fuerte, te aseguro que su vida cambia para mejorar.

Tour ´mi gran noche´, de Raphael

Lugar: Sala Magna del Auditòrium de Palma.

Días de espectáculo: Día 12 a las 21 horas y día 13 a las 20.

Entradas: Taquillas, cajeros ServiCaixa y 902 33 22 11.