Benedicto XVI ha entregado ya el anillo del Pescador al cardenal camarlengo para que sea anulado, señal de que su pontificado ha concluido, confirmó ayer el portavoz vaticano, Federico Lombardi, quien agregó que el acondicionamiento de la Capilla Sixtina para el cónclave aún no ha comenzado.

Lombardi precisó que el anillo del Pescador, que simboliza el poder pontificio, y el sello de plomo que usaba Benedicto XVI, fueron entregados a la Secretaría de Estado, que a su vez los entregó ayer a la Cámara Apostólica, encargada de administrar la Santa Sede cuando no hay Papa y que preside el camarlengo, el cardenal Tarcisio Bertone.

Tanto el anillo del Pescador, como el sello, que llevaba inciso el mismo tema, a Pedro tirando las redes para pescar, serán anulados con varias rayas en forma de cruz. Respecto a la Capilla Sixtina, lugar donde se celebra tradicionalmente el cónclave, Lombardi señaló que los trabajos de acondicionamiento aún no han comenzado, ya que tiene que dar la autorización la Congregación de Cardenales, que se reunirá por primera vez mañana. Los servicios técnicos ya tienen todo el material previsto (las sillas, las mesas, la chimenea), pero de momento, la capilla sigue abierta al público.