A menudo las instituciones relacionadas con el esoterismo, la alquimia y la francmasonería provocan curiosidad en las personas, que ven en ellas un poder misterioso, en cierto modo oculto y tentador. Sin embargo, el cometido que pueden cumplir en la actualidad no deja de ser una cuestión filosófica tratada desde que se iniciaron los primeros pensamientos, más encaminados estos últimos a "llenar de luz" las vidas de quienes sienten la llamada espiritual. Ayer por la tarde, el Club DIARIO de MALLORCA acogió la conferencia de los titulares en España de la Orden Rosa-Cruz, una de las organizaciones -con carácter mundial- filosóficas, místicas y tradicionales más antiguas, abiertas a hombres y mujeres de cualquier condición religiosa y social que busquen recibir un conocimiento no dogmático ni religioso basado en la libertad de pensamiento y de creencia. Su presidente y Gran Maestro, Hugo Casas, explicó junto a su vicepresidente José Manuel Martín cuestiones como el papel de la organización, cuyos orígenes se remontan a la Alemania del siglo XVII, que puede desempeñar dicha institución en el acelerado y tecnológico siglo XXI.

"Amorc es una escuela de conocimiento que, a pesar de lo avanzado de la sociedad en la que vivimos, el ser humano sigue teniendo las mismas inquietudes personales y sociales que tenía hace 5.000 años", explica Casas. Por ello, desde el seno de la organización -que se declara apolítica y cuyo lema es "la máxima tolerancia dentro de la más estricta independencia"- se pretende, basándose en el desarrollo personal y en una evolución interior de la conciencia, lograr encontrar lo que el ser humano ha buscado siempre fuera: "El dios de mi corazón. En principio, todo está dentro de tí", aseguran.

Con 17 delegaciones repartidas en toda España, la Orden Rosa-Cruz tiene un centro para quienes estén interesados, en la calle Sol número 20 de Palma.