Estas semanas post navideñas tienen mala fama social, injustamente. Este año más que nunca, verán porqué. Qué nadie se asuste, no pienso ser irreverente, recuerden que lo que tienen delante es una crónica social de las de toda la vida que se recrea en la parte lúdica y frívola de todo acontecimiento que sea digno de aparecer en ella. Nada hay más elegante, sofisticado y bello que una ceremonia solemne en la Seo de Mallorca, así que hoy me voy a poner las botas adjetivando momentos sublimes.

La toma de posesión, a mí me gusta más entronización aunque no lo sea propiamente, aunque lo parezca, del nuevo obispo de Mallorca, monseñor Xavier Salinas, resultó maravillosa. Amaneció soleado y gélido, permitía lucir abrigo a damas y señores, y esta prenda que todo lo cubre debe ser entendida como un plus. Las alegrías madrugaron.Tuve el honor de coincidir desayunando en el Cappuccino del Palau March con monseñor Jesús Murgui, besarle respetuosamente el anillo para darme cuenta de que venía acompañado de un grupo de religiosos con aspecto de príncipes de la Iglesia. De elegancia y maneras exquisitas. La imagen evocaba un tiempo que ya fue. La Iglesia cuando quiere, puede. La avalan miles de años de ceremonial impecable. Luces y sombras. El glamour sin sombras, no existe. Sin pecado tampoco. En ese grupo sobresalía una luz, la del obispo de Solsona, Xavier Novell Gomà, de juventud manifiesta, aspecto superior y algo más que no voy a detallar aunque entusiasmara tanto que se convirtió en tema de conversación preferente en algunas de las mejores tertulias de casa bona. La belleza es obra de Dios y hay que alabarla. N´Eloi sonaba solemne cuando nuestro nuevo obispo entraba en su catedral, inundada de luz multicolor colándose con alegría por el rosetón del altar mayor, adornado todavía con cientos de neules navideñas bailando alegremente. Todo era alucinantemente bello, divino. Sonaban también la música y las voces cálidas y sonó con una autoridad y un respeto impresionante la voz de Lluc Riera, otro elegante, anunciando al mundo la buena nueva.

La ceremonia fue larguísima, como es preceptivo. Emotiva porque en ella se juntaron todos y cada uno de los obispos que ha tenido esta isla. Esa continuidad es bellísima. Un espectáculo inigualable que marca el inicio de muchos otros. Vi, porque a pesar de la emoción desmedida que todo lo embargaba, Dios quiso conservarme esa facultad, a la mejor sociedad de Mallorca ocupando bancos preferentes conscientes de que se estaba viviendo un momento histórico. Vi a damas elegantísimas y anónimas y a otras habituales de estas Natas perfectas para tan solemne ocasión. María José Barceló estaba soberbia, siempre va impecable, María Salom lucía fantasía en el cuello a modo de volante siglo XXI, en negro, como es precepto. De pronto vi la cabeza inmaculada de una de mis vips preferidas: Rosa Regí, muy tendencia, como siempre. Me extasié viendo la mirada aprobatoria y sabia de Joan Guaita, portador por cierto de uno de los mejores abrigos de la mañana, guantes de cabritilla incluidos. Bartolomé Bestard dio muestra una vez más de su impecable maestría protocolaria y así todo, porque todo fue perfecto, incluso el sentimiento claro de que a este buen hombre que viene de tierras catalanas le queda mucho por hacer, casi tanto como lo que hizo en Fray Juníper Serra, evangelizando un pueblo sin Dios.

Cambio de tercio para seguir en lo mismo. Es fantástico el nuevo show creado por el actor Joan Carles Bestard estrenado esta semana en el Teatre Catalina Valls. ¡Parecía del Paralelo barcelonés! Ara ja toca riure es un musical fantástico,( des Varietes de toda la vida en lo que se desvía es el mal humor. Porque la popular madò Pereta, inventora realísima de ese espectáculo de bailes, plumas, lentejuelas, folclore y ordinariez en dosis más que recomendables , es la representación de la Mallorca contemporánea, un poco avariciosa y tacaña, desconfiada hasta extremos inusitados, desmesurada sin que se note demasiado, mala en las formas y en lo que dice, peor en lo que calla. En el fondo buena, hasta lo más profundo de sí misma, aunque incinere basuras ajenas. Madre acogedora capaz de todo llevada a un escenario donde cobran vida personajes como una representación de nosotros mismos. Jaume Fuster, Mateu Fiol, inmenso en su papel de amiga de madò Pereta a la que no le gustan nada los hombres, es viuda; Fontsanta Oliva, la beata falsa que todos llevamos dentro, soberbia; Manu García en un papel divertidísimo que introduce al público desde el inicio con la gracia del sur que ha levantado esta isla trabajando pero sin que lo pareciera. Manolito de Teba, la sorpresa de la noche, grande, Margalida Ensenyat, la sastresa de Pereta, el coreógrafo y bailarín, de nivel, Miguel Elejalde y las bailarinas Elisabeth Moral, Tati, Rocio y Naylan nos hicieron pasar una velada increíble que no quisieron perderse muchos de los compañeros de profesión de este icono que ya es Bestard en la escena balear cuajada de caras míticas.

Allí estaba Michelle McCain, la famosa cantante que me anunció que abre academia de canto en breve, se lo contaremos, Manu Blanco, José Luis Ardura, que de estrellas sabe mucho, Paquita Tomás, aceleradísima y malhumorada por la rotura de una muñeca que sin embargo no le ha impedido cocinar todas sus delicias navideñas, que energía, da miedo€ La gran, inmensa, Maruja Alfaro, alabando el enorme esfuerzo de Bestard que no ha reparado en elegir el mejor vestuario, la mejor luz, el mejor decorado. Todo. Joan Monse, que acudió acompañado del Màgic Cloquell o lo que es lo mismo Llorenç Cloquell. Son muy de aquí, pero fascinarían en cualquier parte del mundo. En fin, Bestard ha conseguido que en épocas imposibles el lujo aparezca donde uno menos lo espera. Porque el show debe continuar.

Aquí vuelvo al éxito increíble que cosechó la semana pasada un mallorquín de pro y de manera inesperada. Xim Gual de Torrella vendió casi toda su obra en la Parada de los Monstruos y además se rodeó de algunas de las chicas más guapas de Palma dando el pie a su hermana Carmen Llompart Gual de Torrella, que lo es y mucho.

Ya que estoy en arte mallorquín y en un restaurante, al fin puedo hablarles con conocimiento de causa del Patrón Lunares, la sensación de la temporada sin duda ninguna, la cantina de moda, que coge su nombre de un personaje real, Miguel Bonet Oliver, apodado como tal, Patrón Lunares, un mito de Santa Catalina al que se honra desde el antiguo local del Montepío del Arrabal, un rincón ligado a la memoria del barrio de pescadores de Palma por excelencia. Se trata de una cantina tradicional revisada ofreciendo un concepto nuevo que fascina con su puesta en escena, su carta, en realidad un viejo diario muy apetecible, una apuesta sorprendente y la simpatía de un genio de la cocina peruana Jorge García "Tito" que se convierte en espectáculo inigualable tras el mostrador primitivo del Montepío que se ha conservado para mostrar la selección de pescados. Robes de llengües de Teixits Vicens de Pollença, hoy regentados por Cati Vicens, heredera del saber hacer de su padre, el recordado y respetado Martí Vicens "Bonjesús", un genio irrepetible, y un guiño al buen humor, al espectáculo que ofrecen los retratos de los socios, Oliver Torrents Sandberg que aparece junto a su abuelo, el barón Oliver Sandberg, importante personaje y cargo en la corte de Dinamarca. Perico Cortés junto a su abuelo, el general José de Lacour, secretario personal de don Juan de Borbón en Estoril, al que se rinde homenaje en el salón privado para 18 personas, que bien merece una visita de don Juan Carlos I, como regresar al Saltillo de los Condes de Barcelona y a su dorada juventud de marinero, Javi Bonet, nieto del patrón Lunares, un hombre guapísimo para más inri, amigo intimo de Errol Flyn en sus correrías mallorquinas, pintados por Juanchito, autorretratado vestido de buzo abriendo una serie que pasará a la historia de las anécdotas más divertidas de los últimos tiempos.

Patrón Lunares es un homenaje al respeto, a lo ancestral y a lo vanguardista, al disfrute relajado, a la buena vida y a la elegancia de la sencillez. En una de las mesas Antonia María Horrach Moyà volvía a la vida tras la inauguración sonada del Hotel Balanguera, cenando con su hermano Juan Antonio Horrach Moyà y dos de sus chef del Jaime III , Tito Verger y Nacho Felipe que han convertido el restaurante del hotel de Paseo Mallorca en indispensable. Es lo más.

En el Jaime III se despidió con una cena de amigos Natasha Zupán, que marcha una temporada a Nueva York. La acompañaban la duquesa Grazia Serra di Cassano, Neus Cortés y Asunción Garau, cada día más estupendas. Fue una velada deliciosa como lo fue la cena organizada en la magnífica casa de la joyera Isabel Guarch que reunió a sus amigos para que pudieran disfrutar las maravillas que cocina su marido, Antonio Calvo. Una locura. No faltaron una íntima de toda la vida, Marian Prat, y Javier Escobar, recordando al desparecido Manuel Mota y apoyando a Alberto Palatchi, propietario de Pronovias, tan injustamente tratado. Conocían muy bien a ambos. La vida sigue . Mi adorada Victoria Maldi presenta disco, Sigo Buscando. Jaume Anglada triunfa con la Sinfónica en el Teatre Principal, bailó hasta Mateo Isern y los hermanos Fuster entregaron a María Antonia Caimari, presidenta de Unicef Balears, el donativo obtenido gracias a la solidaridad de sus clientes de la Relojería Alemana y Nando Esteva gana un nuevo premio de fotografía. En solo siete días de enero€