Ad.diction

galería La Real

Camí de la real, 5 (Palma)

Hasta el 10 de Noviembre

Los lenguajes artísticos de los años 60 abrieron el arte hacia dos conceptos fundamentales. Por un lado el site specific, que volvía a enraizar la obra en un lugar; por otro, la idea del arte expandido, que ofrecía libertad a la pintura para poder salir de las restricciones que supone un marco.

Jaume Vilardell (Palma, 1966) nos propone en la Galería La Real dibujo, digitalización y wall-paint. Sugiere dibujo en estos tiempos de mirada electrónica e hipervirtual. Una línea, un trazo, como una cata del presente o estratos de presente congelado. Mínimo, depurado, básico. Pero el trabajo de Vilardell no se reduce al dibujo, su trabajo como ilustrador y diseñador gráfico le permite mostrar unas imágenes que después procesa y manipula con la ayuda de los medios que ofrece la tecnología para redefinirlas.

Aunque ya encontramos pintura mural en la época romana e incluso en las cuevas de Altamira, esta forma de expresión, la más callejera, comenzó con fuerza a finales de los 60 en Nueva York, mientras que en Europa se consolida a partir del Mayo del 68.

Vilardell interviene una pared de la galería, es una obra efímera, pero expresa el argumento principal de Ad.diction: la corta vigencia de la moda y la publicidad, siempre cambiante. El canon de belleza que la sociedad considera convencionalmente como atractivo o deseable es históricamente variable, pero hoy en día los cánones estéticos femeninos cada vez son más exigentes. La sociedad se siente invadida por la moda y los medios.

Vilardell ha elegido cuerpos y rostros perfectos convirtiéndolos en casi irreales, la ausencia de color, la distorsión de los claroscuros dan apariencia de careta. Las impresiones sobre aluminio permiten al espectador verse reflejado y crear un diálogo apostado por apariencias desiguales. Vilardell pone en juego la imaginación creadora y su poder de sugestión, estableciendo un juego ambiguo entre realidad y ficción. Predominio de un ilusionismo óptico hasta engaño espacial al forzar visualmente la tridimensionalidad y al potenciar el claroscuro.

Intensidad de imágenes sensatamente provocadoras, en la sensualidad de la piel y en las expresiones corporales, que permiten profundizar en una visión crítica del mundo que nos ha tocado vivir.