Bulle la noticia de que la profesora Karen King, de la Harvard Divinity School de Massachusetts (EE UU), ha presentado un papiro del siglo IV, en copto (lengua mezcla de griego y egipcio que dejó de utilizarse en el siglo XIII), el cual incluye la frase: "Jesús les dijo, mi esposa ..." Por lo pronto, al cuello de King se han tirado ya algunos alegando que esta investigadora ha orientado sus estudios a demostrar que María Magdalena perteneció al grupo de los Apóstoles. Es decir, que a Karen se la incluye en el feminismo teológico y bíblico tan pujante en EE UU, objeto de una reciente reprimenda del Vaticano. Otro flanco del asunto ha sido el de cuestionar la autenticidad del papiro, una pequeña pieza de ocho por cuatro centímetros. A decir de algunos, el mercado de papiros falsificados es hoy tan abundante como en la Edad Media pudo ser el tráfico de reliquias falsas. Pero ha sido la propia Universidad de Harvard la que se ha sentido cuestionada y ha hecho público un comunicado en que afirma que diverso expertos, y en particular Roger Bagnell (el más reputado papirólogo del presente), consideran que el fragmento es auténtico.

Pero yendo a la cuestión del hipotético matrimonio carnal de Jesús y a los intereses de las feministas americanas, la propia profesora King ha declarado que el papiro "no ofrece evidencias de que Jesús estuviera casado", ya que su datación en el siglo IV, un época muy tardía ya para obtener datos sobre el Jesús histórico, "anula su valor como evidencia de la vida" del Galileo. Incluso en la hipótesis de que este papiro fuera copia de un evangelio perdido y escrito en la segunda mitad del siglo II, para entonces ya habían pasado más de cien años desde la muerte de Jesús, agrega la investigadora, que al hablar de ese evangelio perdido lo nombra hipotéticamente como "Evangelio de la Esposa de Jesús".

Pero en esas mismas declaraciones, Karen King, da un giro brusco y asegura que "tampoco existe una evidencia histórica firme de que no estuviera casado". Es más, añade, "las tradiciones más antiguas", en las que se basan los libros del Nuevo Testamento (NT), "son totalmente silentes acerca de estatus marital de Jesús", y sólo ha sido la tradición cristiana posterior "la que largamente ha sostenido esa posición". Evidentemente, esta idea de la investigadora de Harvard choca con el hecho de que, en efecto, en ninguna parte del NT figura referencia alguna a que Jesús estuviera casado, algo que en un ambiente judío hubiera sido más una señal de normalidad que un demérito.

Aquí podría abrirse entonces paso toda la leyenda de María Magdalena, algo que tantos éxitos ha dado a fabulistas como Baigent, Leigh, y Lincoln, en El enigma sagrado, y a su glorioso copista e intérprete, el Dan Brown de El código Da Vinci, que elevó al delirio la ficción de la descendencia de Cristo (La última tentación de Cristo, novela de Kazantzakis y película de Scorsese, son otra cosa). Yendo hacia atrás, las leyendas medievales sobre la Magdalena y sus pasos tras ser testigo de la resurrección de Jesús, y ciertos evangelios apócrifos gnósticos alimentaron las imaginaciones. Tanto en el Evangelio de Tomás como en el de Felipe, la Magdalena es descrita, o como discípula muy cercana a Jesús, casi un apóstol, o como compañera. Todo ello no está tan claro, es decir, si se habla es esos textos específicamente de María Magdalena o de varias mujeres y, en todo caso, los gnósticos y su separación radical entre materia y espíritu concebían la hipotética unión de Jesús como mística, y no como carnal.

El caso es que no ha habido paz para María Magdalena, pero el caso de papiro ahora desvelado conduce a Karen King por otra senda. Frente a la tradición originaria de que Jesús fue célibe, el hipotético Evangelio de la Esposa de Jesús probaría que "el caso no estaba cerrado, como parte del debate sobre la sexualidad y el matrimonio que tuvo lugar a finales del siglo II entre los cristianos". ¿Qué era mejor para seguir la doctrina de Cristo: ser célibe o estar casados? Y, en definitiva, ¿dónde han de estar las mujeres en el cristianismo? Eterna pregunta aún sin respuesta, salvo por la vía doctrinal del catolicismo.

En suma, lo que el papiro de King sí demostraría, afirma Karen King, es que frente a una tradición cristiana dominante, que desplazaría a los gnósticos y a otros muchos grupos de creyentes, se "elevarían las voces" de quienes creían firmemente de que Jesús había estado casado. No es mucho, ni ha de desmadrarse, pero tampoco es una minucia; hubo muchos Cristianismos perdidos (obra de Bart D. Ehrham), o Cristianismos derrotados (de Antonio Piñero).

En cuanto a María Magdalena, solo conocemos el dato de que podría ser encarnada por Nicole Prescovia Elikolani Valiente Scherzinger, cantante y pareja del volantita de Fórmula 1, Lewis Hamilton, si es que Andrew Lloyd Webber vuelve a subir a los escenarios Jesucristo Superstar en 2014.