­La siesta que más beneficia a la salud es aquella que dura un máximo de 30 minutos y que se realiza en el sofá, asegura el coordinador del grupo de trabajo de Salud Mental de la Sección del Sueño de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Enric Zamorano. Y es que, después de comer el organismo experimenta una sensación de cansancio que hace necesario que, normalmente, se tenga que echar una pequeña siesta o se tomen bebidas excitantes para poder seguir con el mismo ritmo de actividad. El experto avisa de que las siestas pueden ser también negativas ya que, en el caso en el que la duración sea larga, puede provocar que por la noche no se tenga sueño.