Con el objetivo de que el fútbol sirva para luchar contra la desnutrición infantil, Unicef Balears y la Federación Balear de Fútbol han organizado el próximo jueves 1 de marzo una competición triangular con la participación de los tres clubes mallorquines de la 2ª división B: Atlético Baleares, Manacor y RCD Mallorca B. A las 9.30 horas, disputarán sus encuentros las categorías cadete y a las 11.30, las primeras plantillas.

–¿Es el fútbol una buena herramienta para concienciar?

– Sí, efectivamente, y curiosamente éste es un programa importado del Sur al Norte, porque comenzó a funcionar en países en vías de desarrollo. Allí, debido a los problemas para concentrar personas, es habitual organizar acontecimientos deportivos con este objetivo. Y cuando se logran juntar poblaciones, aprovechamos para trabajar con vacunación, registro de nuevos nacimientos, charlas de higiene o cuestiones de alimentación básicas. Esta experiencia se ha aprovechado desde hace unos años en España y se ha puesto en marcha el programa ´Deporte para el desarrollo´, que también ha aprovechado los años de colaboración con el F.C. Barcelona. Además, hay que tener en cuenta que muchos de los embajadores internacionales de Unicef son deportistas, como Fernando Alonso, Pau Gasol, Roger Federer o David Beckham.

–¿Cómo surge la idea de un partido benéfico?

– La federación de fútbol tuvo la iniciativa y después hemos contado con la implicación del club Atlético Baleares, que han sido los auténticos propulsores del acto y los que abren las puertas de su estadio para jugar los triangulares. Se trata de concienciar de la lucha contra la desnutrición infantil y de recaudar para poder obtener comida. Con el precio de las entradas queremos dar a entender que con un euro logramos prolongar un día la vida de un niño en situación de desnutrición severa, puesto que con este dinero le damos tres ingestas. Otra característica del partido del próximo jueves es que por primera vez juntamos en un mismo acto a equipos adultos con equipos de base, como son los amateurs y los cadetes de estos tres clubes.

–¿Es solidaria la gente de Mallorca con Unicef?

– Sí, principalmente con aportaciones puntuales y mediante acuerdos de colaboración con colectivos. En Balears tenemos unos cien voluntarios y la respuesta de los socios es destacable, sobre todo en tiempos de crisis como los actuales. Incluso podemos decir que ha aumentado el número de voluntarios y de socios últimamente. Y eso que muchas veces nos encontramos que Unicef es muy conocida y a la vez somos los grandes desconocidos, puesto que nos reconocen sólo por las tarjetas navideñas y nada más, cuando realmente no paramos de trabajar durante todo el año.

– Lo más impactante debe ser visitar esos países y vivirlo en primera persona.

– Sin duda los viajes impactan y te dejan imágenes imborrables. En mi último viaje a Mali me quedó grabada la escena de una escuela llena de niños y, sobre todo, de niñas. En esos momentos entiendes que lo que hacemos realmente vale la pena, y que por poco que se logre, ya es algo. Por ejemplo, que una niña vaya a la escuela primaria puede significar que tenga menos hijos, que los tenga más tarde y que conozca hábitos que pueden prevenir futuras infecciones. La educación es nuestra herramienta para la justicia social.

– ¿Qué retos de futuro se plantea ahora Unicef?

– Bueno, nosotros trabajamos los casos de emergencia, pero nuestra labor habitual son los programas regulares en todos los países del mundo. Aquí nuestra labor es de concienciación para defender los derechos de los niños. Y también de recaudación para poder mantener la estructura que tenemos en las zonas necesitadas.