Mujeres guapas y bien vestidas, en un entorno elegante. Ésta es una fórmula que (por ejemplo) el magistral Arturo Fernández suele incluir en sus comedias. Y no parece casual que Santiago Moncada, su autor de referencia de los últimos tiempos, lo sea también de estas Brujas que ahora nos han llegado a Mallorca.

El núcleo esencial de la historia: unas personas que al cabo de un tiempo vuelven a reunirse y empiezan a sacarse los trapos sucios, se ha tomado ya tantas veces, que resulta muy difícil aportar nada nuevo. Brujas no lo hace y, en parte por eso y en parte por la misma concepción de los personajes, resulta previsible, reiterativa y, en particular, artificiosa. No hay naturalidad ni credibilidad, el aspecto cómico es escaso (unos pocos chistes a cuenta del sexo) y el pretendidamente dramático no conmueve. Las intervenciones constituyen una sucesión de tópicos y algunas de ellas se escuchan con dificultad. El buen oficio de Manuel Galiana (aquí director) hace factible que las cinco intérpretes se sientan a gusto en el escenario, pero su trabajo actoral se sitúa, en cualquier caso, en la corrección.

Probablemente el error sea aquí situar la fórmula belleza/vestuario/entorno como la pieza fundamental, y no la sustancia dramática. Que Dibildos, Del Sol, Rivero, Lozano y Goyanes sean cinco mujeres guapísimas, y célebres por la pequeña pantalla, constituye, probablemente, el primer argumento para que nos reuniéramos tantísimos espectadores, el viernes por la noche, en el flamante Trui Teatre. Pero casi todos esperaban algo más, y lo discreto de las ovaciones me pareció signo revelador de lo que digo.

Brujas

TRUI TEATRE (PALMA)

Autor: Santiago Moncada.

Dirección: Manuel Galiana

Intérpretes: Lara Dibildos, Arantxa del Sol, Juncal Rivero, Marina Lozano y Cristina Goyanes.

Escenografía: Paco y David Bello. Iluminación: Javier Huarte.