"¡Menos mal que existen Francia e Italia!", se arranca en arrebato para luego barrer para casa y asegurar sentirse querida y valorada. "No entiendo de fronteras geográficas, si acaso, sólo gastronómicas. Por eso, cuando oigo hablar de los conflictos territoriales me da la risa. Es una cuestión política... como lo del Estatut... bueno, mejor me callo que si no me lanzo y luego me meto en un lío. Hablemos del monólogo". Así es Rosa Elena García Echave (Palma, 1964) conocida como Rossy de Palma desde que en la década de los 80 su amigo Manuel Piña la reconvirtiera. Mordaz, incisiva e inquieta, reflexiona esta noche en el Teatre Principal sobre la maternidad y la guerra. Ayer, recordó trayectoria y aprovechó para lanzar dardos, algunos cargados de intención.

Invitada por el vicerrectorado de Projecció Cultural de la Universitat de les Illes Balears (UIB), la artista mallorquina se enfrenta hoy a su público con la lectura dramatizada Mater&Bellum, pieza adaptada del monólogo Sombra y Cuna que escribió por encargo del director Juan Carlos Pérez de la Fuente en 2005 para el ciclo Confidencias del Teatro María Guerrero. "Pretendía ser un homenaje a la mujer árabe y a su decisión de parir hijos aún sabiendo que se convertirían en potenciales kamikazes. Pero se convirtió también en una forma de plasmar mis propias dudas. Me permitió mucho indagar en mis miedos", reconoce una Rossy de Palma que no duda en afirmar que desde que se convirtió en madre es una persona más vulnerable. "Yo era muy echá pa´lante, actuaba casi sin pensar en las consecuencias, me arriesgaba... pero desde que tengo dos niños todas las puertas permanecen cerradas en busca de protección. La sensación de sufrimiento es permanente, creo que me acompañará siempre".

Por eso, es en este texto donde se descubre a la Rossy más auténtica. "Es fácil porque no tengo que interpretar a nadie, no entro en conflicto conmigo misma, algo que me ocurre cuando doy vida a otros personajes que me son ajenos". La voz, la música y la imagen a cargo de Eva (Dj a todo color) son los únicos ingredientes de esta cita nocturna de la que ya han disfrutado en Bilbao. "La verdad es que estoy contenta de venir a mi tierra por motivos profesionales y no sólo familiares".

"Hubo un tiempo en el que estuve peleada con Mallorca, no entendía por qué no se apoyaba a los artistas. Me hubiera encantado contar con los políticos cuando iniciamos el proyecto de Peor Imposible pero siempre había un no por respuesta. Afortunadamente, he podido reconciliarme". Eso sí, su opinión acerca de las subvenciones y del cariño de las autoridades hacia lo suyo sigue siendo muy crítica. "Me ponía de los nervios lo de que el Govern promocionara las islas con Michael Douglas. Millones de euros derrochados en un actor que además aprovechaba el tirón y también anunciaba otro archipiélago. Es de risa". Más críticas. "Aún espero el día en el que en Mallorca se produzca un seísmo cultural para que los artistas dejen de emigrar. Tenemos muy buena materia prima como para dejarla escapar. Yo me fuí porque tenía muchas inquietudes y debía saciarlas, pero me hubiera gustado poder hacerlo aquí".

Reconocida chica Almodóvar, acaba de terminar el rodaje de Gigola, cinta dirigida por Laurie Charpentier en la que comparte cartel con Marisa Paredes y Marisa Berenson. Hay más. Su inquietud creativa no le permite parar. "Es que yo no creo que tenga mucha experiencia. A mis 45 años puedo decir que acabo de empezar. No he conseguido todo lo que quiero". Suena raro teniendo en cuenta que ha logrado que la mismísima casa francesa Louis Vuitton sacara por primera vez en sus 150 años de historia una línea de abanicos con su firma. "Fue por una causa benéfica y la verdad es que se vendieron muy bien. Ha sido todo un privilegio", dice para restar importancia. Prepara también obra –Des (variaciones)– con David Fernández que estrenará en Murcia en febrero y acaba de vender su primer cuadro a una galerista japonesa; ultima, además, los detalles de un libro sobre sexualidad femenina contemporánea. "Lo creo necesario porque a pesar de la importante revolución femenina, la mujer no conoce su genitalidad y está muy lejos de alcanzar la plena satisfacción". "¿Feminista?", le preguntan. "Es que no concibo ser mujer sin ser corporativista de mi sexo".

MATER&BELLUm. rossy de palma

Lectura dramatizada. Miércoles, 13 de enero a las 21 horas. Teatre Principal de Palma. Entradas: 2 euros.