Tres accidentes en cadena

El partido entre Mallorca y Villarreal se resume en tres accidentes en cadena del equipo mallorquinista.

Primer accidente: La persistente falta de atrevimiento a consecuencia no improvisada de ceder el balón al equipo contrario, de manera que el adversario siempre puede hacer más cosas que tú. El argumento de ceder la posesión, defender bien y salir a la contra no es un sistema, es un recurso y, además, de equipo pequeño, ni siquiera mediano.

Segundo accidente: Que, al filo del descanso, tu capitán, el central con mayor jerarquía en el equipo se lesione de manera fortuita sin descartar que, además, pueda tratarse de una lesión importante, y más teniendo en cuenta lo que lleva a cuestas Raíllo: mal final de temporada por las lesiones, extraña pretemporada, interés abortado del Cagliari, y ahora esto. Está gafado el cordobés.

Tercer accidente: Encajar un gol como el de Gerard Moreno es el colmo para mandar al traste el partido. Un mal centro del Villarreal rebota en el hombro de Muriqi (¿dónde está Muriqi?), el rebote sale hacia la portería, Rajkovic despeja como puede y el despeje cae a los pies a Gerard que solo tiene que empujar.

En resumen: dos partidos; un empate y una derrota. Esto no entraba en los cálculos.

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