Manolo Reina se felicitó por el empate logrado por el Mallorca en el Sánchez Pizjuán, aunque reconoció que querían el triunfo. «Veníamos de una situación muy complicada porque lo del Granada del otro día nos hizo daño y queríamos ganar, pero no ha podido ser. Sabíamos que veníamos a sufrir en un campo como este, que teníamos que defender y tener una pizca de suerte. Y hemos tenido las ocasiones, pero no ha podido ser. Nos llevamos un puntito de aquí y ahora le tenemos que devolver a nuestra gente lo que no le dimos el otro día. Seguimos vivos y ahora tenemos que seguir contra el Rayo», reflexionó.

El portero andaluz fue más allá en su reflexión acerca del momento que atraviesa el Mallorca tras no perder en Sevilla y cuando solo quedan dos jornadas para el final. «Muchas veces te das cuenta que en Primera, de la permanencia al descenso, la diferencia la marcan los empatitos, que también hacen falta. Ahora vamos a trabajar bien, a estar juntos porque todo el mundo nos daba por descendidos el otro día, y con razón porque la imagen no es la que se merece este escudo, que se merece un respeto. Vamos a dar guerra hasta el final porque el equipo quiere quedarse en Primera», argumentó. El andaluz, que volvió a la titularidad 129 días después, restó importancia a su gran parada en el descuento. «Al final el equipo lleva trabajando noventa y pico minutos, se ha reventado corriendo y el portero está para parar. Habíamos hecho un gran desgaste», comentó el cancerbero. «Este resultado no salva el 2-6, pero sí demuestra que el equipo quiere y ya se verá si este punto sirve o no», agregó.