El Mallorca tiene media permanencia en el bolsillo. En el fútbol nunca hay nada seguro hasta que las matemáticas lo garantiza, pero todo apunta a que los veinte puntos que acumula en la clasificación son la mitad, o incluso más de la mitad, de los que necesita para seguir una temporada más en Primera División.
Si los cuarenta suelen fijar la salvación, aunque en los últimos años incluso han bastado menos, el ritmo de los bermellones es bueno, por mucho que haya dejado escapar puntos que ya tenía en el bolsillo en choques como el del Reale Arena (1-0), Mestalla (2-2) o Nuevo Mirandilla (1-1). Eso sí, también es una realidad que ante el Elche (2-2) y Atlético de Madrid (1-2), en la mejor noche del curso hasta el momento, llegaron las alegrías en el descuento, por lo que el balance está compensado.
La evaluación debe ser positiva. Hay que tener en cuenta que todavía quedan dos jornadas para concluir la primera vuelta, por lo que la cifra todavía puede aumentarse más. A falta de medirse al Granada en el Nuevo Los Cármenes y recibir la visita del Barcelona en Son Moix, los bermellones están cumpliendo con el objetivo de la permanencia. Apenas ha ganado cuatro encuentros y ha empatado ocho, pero también es cierto que solo han perdido cinco, un número sustancialmente más bajo que la mayoría de sus rivales directos. Y eso está marcando la diferencia para estar con cierta distancia respecto a los puestos de descenso desde el principio de curso.
Es verdad que a los de Luis García les está costando vencer, pero la tabla no engaña a nadie y, después de cuatro meses de competición, se han mantenido en una posición relativamente cómoda. A la espera de lo que suceda esta noche en el Cádiz-Granada, la ventaja respecto al tercero por la cola se habrá ampliado a ocho, tras el empate ante el Celta del viernes (0-0), si los gaditanos caen, o siete, si el duelo acaba en tablas. El peor escenario sería que los de Álvaro Cervera ganaran, por lo que la distancia se reduciría a cinco, una cifra que tampoco enciende las alarmas.
Los cuarenta puntos suelen fijar la salvación, aunque en las últimas temporadas incluso han sido suficientes menos
Esta situación contrasta con la que existía hace dos cursos en la última experiencia en la elite, también en la jornada diecisiete, para el Mallorca de Vicente Moreno. Apenas tenía quince puntos, cinco menos que ahora, y solo tenía uno respecto al fuego de la Segunda División, que marcaba el Celta. Curiosamente los dos otros equipos en puestos de descenso ya eran el Leganés y Espanyol, que son los que les acompañaron a la Liga Smartbank. Los gallegos logran escapar y los que cayeron fueron los baleares por culpa de una segunda vuelta, agudizada por la llegada de la pandemia, en la que no dio la talla.
Sin ser radicalmente diferente, el panorama es mejor e invita a seguir con el pie apretado en el acelerador, pero con la tranquilidad de que está haciendo los deberes.
