Take Kubo no solo aporta calidad sobre el terreno de juego. Hace dos temporadas el futbolista japonés ya fue un filón para LaLiga y una mina de oro para el Real Mallorca. En el país del sol naciente, ocho de los diez partidos más vistos de LaLiga esa campaña fueron del conjunto bermellón. Sin ir más lejos, el encuentro con más audiencia fue el Mallorca-Villarreal, cuyos registros superaron en el país asiático al derbi madrileño e incluso al clásico. La presencia del joven futbolista convirtió al equipo bermellón en el más seguido en Japón e hizo que la liga europea más seguida fuera la española, por encima de la Premier League. Pero Kubo no solo fue audiencia y ‘share’. El futbolista nipón también reportó ingresos en las arcas de la entidad rojilla. Aquella temporada el Mallorca cerró un acuerdo de patrocinio con Konami para poseer en exclusiva los derechos del club en su videojuego Pro Evolution Soccer, siendo junto al Barcelona y a la Juventus, el único club europeo que cedía por completo sus derechos al gigante asiático. El Mallorca también alcanzó más acuerdos comerciales con empresas japonesas, entre ellos la venta de camisetas del club en el país asiático. Pese a la costosa ficha de Kubo, el club presidido por Kohlberg es consciente de todo lo que reporta el futbolista nipón en el aspecto económico y mediático.