Una jornada menos para acabar y un partido más para cerrar el ascenso. Con esta simple idea se plantará esta noche el Mallorca en La Rosaleda para medirse al Málaga (21 horas/Movistar-Gol Tv) en la antesala de la que puede ser su primera ocasión de ser nuevo equipo de Primera. La victoria del Almería en Tenerife –se coloca a cinco puntos de distancia–, no hace sino añadir más picante a un duelo en que los locales pueden certificar su permanencia y los visitantes colocarse más cerca de la gloria.
Tras dos semanas negras, la victoria ante el Mirandés, acompañada de dos favores del conjunto indálico y del Leganés en forma de empate, apaciguaron los nervios en Son Moix y allanaron todavía más si cabe el camino hacia el ascenso. Tras el choque quedarán doce puntos en juego y un triunfo bermellón lograría casi eliminar de la carrera a los dos contrincantes.
Trae buenos recuerdos el estadio de La Rosaleda para el Mallorca. Hace dos temporadas, con ambos equipos metidos de lleno en la lucha por el playoff, los bermellones se llevaron el partido por la mínima. Pero ahora la historia es otra. Los de Luis García se han acomodado en las dos primeras plazas todo el curso y el conjunto malagueño, que solo ha ganado cinco veces como local este curso, ha sobrevivido a penurias económicas para gozar de la permanencia virtual con 49 puntos.
Recuperados Abdón y Raíllo, Luis García, que vivirá su segundo partido de sanción desde la grada, debe encontrar un sustituto para Dani Rodríguez, fuera de la lista al ver la quinta amarilla. Situar a Amath o a Antonio por detrás del atacante de Artà es la opción más lógica. La entrada de Mollejo o Mboula cobra enteros para ocupar la banda. Con la defensa totalmente establecida, Sedlar seguirá una semana más acompañando a Salva en el centro del campo.
El Málaga de Pellicer quiere cerrar la permanencia y solo lo conseguirá en caso de triunfo. Eso sí, solo cuenta con 15 fichas profesionales y ha tenido que tirar de la cantera para completar la lista.
Racha
Los bermellones quieren volver a ganar fuera de Son Moix, una sensación habitual durante casi toda la temporada, pero que no saborea desde el pasado 27 de febrero. Tras vencer al Logroñés (0-1), los pupilos de Luis García Plaza han encajado cuatro derrotas –Sporting, Fuenlabrada, Castellón y Sabadell– y solo un empate (Las Palmas), por lo que acumulan más de dos meses sin ganar.
