El Espanyol encadena dos derrotas y un empate en los últimos tres partidos, cayendo frente a Girona y Rayo Vallecano y consiguiendo salvar un punto ante el Lugo el pasado lunes, siendo esta la peor racha de resultados de la temporada del conjunto blanquiazul, dejando el liderato en manos del Mallorca.

Falta de contundencia

El Espanyol mandó frente al Rayo 2-0 al descanso y se dejó remontar hasta perder por 2-3. El dominio blanquiazul fue claro al inicio, pese a que después faltó contundencia y convicción. Contra el Girona falló claramente la puntería. y ante el Lugo, regaló la primera mitad y Diego López sostuvo al equipo.

Segunda no perdona

Aunque el Espanyol es, sobre el papel, el gran favorito para el ascenso, el resto de rivales de la categoría no se relajan. El Mallorca es el líder de Segunda División, a cinco puntos de los periquitos, y el Almería, con un partido menos, tiene los mismos que el cuadro catalán.

Aportación del banquillo

El entrenador, Vicente Moreno, tiene un once relativamente definido y usa los recursos del banquillo cuando lo considera necesario. De todos modos, el protagonismo de los futbolistas habituales es mucho mayor que el de los jugadores con menos minutos en el bloque periquito.

Dependencia de Raúl de Tomás

El madrileño, que marcó contra el Rayo Vallecano, es el referente claro del equipo y uno de los jugadores más determinantes de Segunda. Es el ‘pichichi’ de la categoría con catorce goles. Antes de medirse al Rayo, estuvo cuatro partidos sin ver puerta (Las Palmas, Castellón, Osasuna y Girona) y el equipo solo ganó uno de ellos.

Examen de responsabilidad

El Espanyol está diseñado para subir a Primera División. Es una obligación por historia y presupuesto y así lo asume el vestuario. El equipo ha reconocido estar fastidiado por esta dinámica y es autocrítico. Los próximos encuentros calibrarán la convicción y sentido de la responsabilidad del bloque catalán.