Cuado Amath fichó por el Mallorca este pasado verano, a préstamo por el Getafe, algunas incógnitas se cernían sobre él, y especialmente, sobre su condición física. A finales de 2018 se lesionó de gravedad –rotura de ligamentos cruzados– y llegó a la isla con apenas una hora de juego disputada en los últimos 22 meses. Toda una incorporación de riesgo pero que, a base de trabajo, sacrificio defensivo y gol, está llamada a ser una de las mejores de la Liga.

Titular indiscutible para Luis García –ha jugado 1.194 minutos este curso– la eclosión goleadora de Abdón le desplazó a la banda izquierda como extremo y allí está encontrando su mejor nivel. Con espacios es letal al aprovechar su velocidad; en corto por dentro, donde le gusta descolgarse para combinar, tiene una gran arrancada. Y además tiene gol. Con el que logró este viernes ante el Albacete (0-1) ya son seis este curso –tercero de manera consecutiva–, cifra que le equipara al de Artà y a Dani Rodríguez en la lista de máximos goleadores del equipo, siendo muchos de ellos de una importancia capital en las victorias del Mallorca.

Amath, ataque y defensa

Si algo ha destacado en su faceta goleadora es que ha logrado tantos de todos los registros, aunque hay uno en el que ha destacado por encima del resto: goles de oportunista. Además, puede parecer en ocasiones tocado por la fortuna, pero lo cierto es que si los ha logrado es porque ha estado en el lugar exacto en el momento indicado.

Frente al cuadro manchego, en una cómica jugada, aprovechó la asistencia involuntaria de Dani en un rechace de la defensa para batir por bajo a Tomeu Nadal. Fue el único que imaginó que el balón podía caer allí y se adelantó a todos.

De igual manera se inauguró como goleador este curso ante el Málaga (3-1). Un disparo lejano de Cufré rebotó en Martin Valjent y el esférico le cayó a los pies para batir al guardameta visitante. Y otra vez volvió a ocurrir lo mismo en su siguiente diana, esta vez en la goleada ante el Logroñes (4-0). Tras un intento fallido de volea de Dani, el balón rebotó en el suelo y le cayó a él, que controló con la izquierda y disparó con la derecha.

Al margen de acciones de ratón de área, también ha demostrado temple a la hora de encarar al portero. Ante el Leganés (0-1), batió por raso a Cuéllar con un sutil toque; contra el Rayo Vallecano (1-3), fusiló por alto a Dimitrievski; y frente al Girona, tiró del depósito de gasolina para seguir la jugada de Dani y batir, por debajo de las piernas, a Juan Carlos.

Amath, ataque y defensa

Comprometido con el sistema

El tanto frente al conjunto catalán, el también llamado ‘gol-partita’ al lograrlo en el minuto 91, habla y muy bien de la capacidad de sacrificio inherente en él. No solo porque acompañó la jugada hasta el final, que se dice fácil después de noventa minutos de partido, sino porque además, de igual manera que corre hacia arriba, también lo hace hacia abajo para ayudar en tareas defensivas.

Cada vez sorprende menos ver aparecer a Amath a la hora de recular, no tan solo en campo propio, sino en ocasiones a la altura de la línea de la defensa. Sea tras una pérdida propia de balón o de un compañero, el senegalés arranca al momento intentando recuperar el esférico o cubriendo el hueco dejado por un compañero, un comportamiento poco habitual en un jugador de ataque.

Su compromiso con el equipo y lo que se está jugando está fuera de toda duda. Sin estridencias, yendo cada vez a más y recuperando la mejor versión que mostró en Tenerife, cuando logró 12 goles, se está convirtiendo en una de las grandes amenazas de la Liga. Ahora mismo se encuentra en estado de gracia, dando puntos al equipo en un tramo de calendario complicado y ya tiene enfiladas a sus dos próximas presas –Espanyol y Almería– los dos grandes rivales por el ascenso directo a Primera División.

Amath Ndiaye vive su mejor momento de la temporada. Con su gol ante el Albacete, suma tres de forma consecutiva en Liga. Anteriormente lo hizo en la clara victoria de los bermellones en Vallecas ante el Rayo (1-3) y decidiendo el duelo ante el Girona en el minuto 91 (0-1).