Una de los grandes máximas del fútbol y topicazo a partes iguales es que, si no puedes ganar, al menos no pierdas. Y eso precisamente es lo que está aplicando –quizá con demasiada frecuencia– el Mallorca de Luis García Plaza. Ante el Sporting sumó su quinto empate de la temporada, y todos ellos con idéntico resultado: 0-0. Ayer ante los de Gallego buena parte de la culpa la tuvieron Manolo Reina, Antonio Raíllo –150 partidos ya del cordobés como bermellón– y Martin Valjent.

Los tres jugadores siguen mostrando partido tras partido que se encuentran en un gran estado de forma y casi en el mejor de su carrera. Reina este año para todo lo que le llega y la dupla de centrales pocas veces se ve sorprendida por los atacantes rivales.

Ayer el malagueño apareció en el minuto 10, en el que ya era el segundo acercamiento del Sporting al área bermellona. Djuka, la pesadilla rojiblanca en el día de ayer, lo tuvo todo de cara para meter el primero de la tarde tras un servicio majestuoso de Aitor García, pero apareció Reina en el lugar indicado. Entre el pie y la mano repelió el fuerte pero centrado disparo del serbio, para luego atrapar su propio rechace. Una vez más, salvador.

A pesar de que ayer vivieran su tarde más exigente del curso, entre la fortaleza de Djuka y la rapidez de Aitor, Valjent y Raíllo sostuvieron al equipo los noventa minutos. Rápidos en el corte, contundentes en el cuerpo a cuerpo y seguros en la salida del balón desde atrás, aunque sufrieron en la primera mitad.

El central cordobés está mostrando un nivel superlativo esta temporada. La única acción en la que dudó fue la primera ocasión de peligro del Sporting, cuando Pedro Díaz se deshizo de él con un caño y a punto estuvo de marcar gol. En el resto de acciones, sobresaliente.

Y Valjent, que tuvo que tapar muchos huecos, más de lo mismo. A pesar de no haber jugado con su selección y perder algo de ritmo de juego, volvió a sostener al equipo en un partido en el que los bermellones no se sintieron cómodos en ningún momento.

Por suerte para el Mallorca, la inoperancia ofensiva mostrada en el día de ayer –ya son seis los partidos sin ver puerta esta temporada– no tuvo castigo gracias a los tres pilares defensivos. Y que dure.