Son Bibiloni se queda huérfano. Sergio Vallecillo dimitió ayer como director de la cantera del Real Mallorca. El coordinador catalán presentó su renuncia solo un año y tres meses después de que aterrizara en la isla procedente de La Masia. La falta de sintonía con la nueva secretaría técnica del club ha sido la principal causa que ha llevado a Vallecillo a renunciar a su puesto.

Con la salida del directivo bermellón, se pone punto y final a la era Maheta Molango. Vallecillo era el último vestigio que quedaba en el club de una época que empezó a descomponerse con el despido del exconsejero delegado el pasado mes de febrero. Vicente Moreno, primero, y Javi Recio, después, también abandonaron un barco que empezó a zozobrar tras la marcha del suizo.

Sergio Vallecillo, quien contó en el momento de su contratación con la total confianza de la exsecretaría técnica del club, ya no se encontraba a gusto en la entidad bermellona, motivo que ha llevado al coordinador de la cantera a cerrar su etapa en la isla. Ahora el Fútbol Base del Real Mallorca se queda huérfano, a la espera de que Pablo Ortells busque un sustituto para el catalán.

Con amplia experiencia en el fútbol formativo, Vallecillo aterrizó en el club bermellón en junio de 2019. Ocho años en Ca’n Barça avalaban su amplia trayectoria. El responsable de la academia mallorquinista había ocupado cargos importantes como entrenador y coordinador de las etapas de tecnificación de la Barça Academy, además de ser creador e impulsor del Proyecto Masia 360, director de La Masia y haber trabajado en la secretaría técnica del conjunto catalán. En el Mallorca contaba con la batuta de Son Bibiloni y una responsabilidad mucho mayor que la que tenía en el Barcelona.

Su adaptación a la Ciudad Deportiva Antonio Asensio había sido rápida y, hasta el despido de Maheta y la marcha de Javi Recio, Vallecillo sentía la total confianza del club. Pero los pilares donde se sustentaba su proyecto se desvanecieron demasiado pronto y el coordinador del fútbol base del Real Mallorca sintió que ya no entraba en los planes de la nueva dirección deportiva capitaneada por Ortells.

Vallecillo se va con los deberes hechos, habiendo dejado estructurada la cantera del club bermellón y con un sabor amargo tras abandonar un proyecto donde tenía puestas todas sus ilusiones. “Al Mallorca me trajo la parte humana y ética. La propiedad creyó que era la persona que tenía que dirigir esta cantera y por eso estoy aquí”, reconocía hace solo unos meses en una entrevista a este diario. Sin esas personas que confiaron en él en su momento, Vallecillo sintió que ya no pintaba nada en este barco.