Para más de uno puede parecer una medida exagerada, pero como el famoso programa, más vale prevenir que curar. El Mallorca ha tenido mala suerte. Tras siete años alejado de la Primera División, los partidos ante el Real Madrid y el Barcelona estaban marcados en rojo por los aficionados, que no podrán ver en directo a Messi y compañía. Y encima, con un gravísimo daño económico. Da mucha rabia, pero con la salud no se juega.