Los futbolistas del Mallorca explotaron de alegría al pitar el árbitro el final del encuentro. Han conseguido marcar a fuego lo que será recordado como unos de los capítulos más impresionantes en la historia del club bermellón, con dos ascensos consecutivos y una remontada que parecía imposible.

Manolo Reina es uno de los grandes artífices de que Palma haya amanecido hoy como ciudad de Primera División, 6 años después. "Esto es impresionante. Es un momento increíble. Ha sido un año de mucho sacrificio y este equipo lo merece todo", comentó el portero nada más finalizar el encuentro.

Antonio Raíllo es uno de los jugadores que ejemplifica el gran cambio que ha sufrido el equipo y su relación con la afición. Hace dos años, al descender el conjunto mallorquinista a Segunda División B, Raíllo atrajo la crítica de un gran sector de la afición por su actitud al final de la temporada. Hoy, tras el gran año y compromiso que mostró la temporada pasada y este año, es uno de los jugadores más queridos por la grada. "El equipo tenía mucha fe en que podía conseguirlo. Le hemos dado la vuelta a un marcador muy adverso. Esto quipo tiene muchos huevos, mereció el ascenso el año pasado y este también", explicó alegre el central cordobés. "El descenso ayudó a limpiar la mente de todos y a unir la afición y el equipo, así como se ha visto los últimos dos años. Estoy muy contento por todos", agregó.

Otro de los grandes artífices de lograr el ascenso a Primera es el costamarfileño Lago Junior. Al igual que Lago, fue de los pocos jugadores que permaneció en el equipo tras el descenso a Segunda B. Este año se ha salido y con 11 goles, ha sido el pichichi del equipo. "Lo que más orgulloso me pone es sentir que he entrado a formar parte de la historia del Mallorca. A los futbolistas nos gusta el dinero, pero a mí lo que me hace más feliz es que mi nombe esté para siempr en la historia del Mallorca. El año que viene vamos a jugar en campos de 50.000 personas y eso me pone muy contento", declaró el atacante.

Otro de los hombres importantes del partido de ayer fue Ante Budimir. El delantero croata llegó sin despertar mucho ruido, pero su trabajo al final ha dado sus frutos. Ausente por lesión en la primera eliminatoria del play-off frente al Albacete, su gol ayer abrió el camino para lograr la remontada frente al Deportivo.

"Fue muy difícil para mí no participar en los últimos partidos. Quiero dar las gracias a todo el cuerpo de médicos del club por ayudarme a estar aquí. Estoy muy feliz por haber podido meter un un gol en un partido como este", explicó.

Otro de los jugadores especiales para el mallorquinismo es Marc Pedraza. Después de lo que ocurrió en Riazor con su expulsión, no tuvo palabras para definir lo que habían logrado. "Teníamos la conviccción de que podíamos lograr la remontada, a pesar de la derrota del otro día. No me creo todavía que lo hayamos hecho y estoy muy contento, en especial por mi padre", finalizó.

Por su parte, el consejero delegado del Mallorca, Maheta Molango, comentó que el club se merece este ascenso. "Tenemos que valorar lo que hemos hecho los dos últimos años. Hay que darle mucho mérito al equipo, al cuerpo técnico y la afición porque esto no es nada fácil. Hoy recogemos los frutos de la valentía que mostramos al coger el club cuando estaba en una situación complicada", comentó Molango.