Las cuentas en Son Moix son claras. El Real Mallorca debe ganar al Deportivo de La Coruña por una diferencia de tres goles o más si quiere lograr el ascenso a Primera División. Solo en caso de que el partido acabe con un resultado de 2 a 0, la eliminatoria se irá a la prórroga.

Si en esos 30 minutos ninguno de los equipos logra perforar la portería rival, el conjunto bermellón será equipo de Primera, ventaja que se le concede a la escuadra dirigida por Vicente Moreno por haber quedado por encima de los gallegos en la clasificación.

El reto es complicado, pero no imposible. El Mallorca en su feudo ya ha demostrado a lo largo del curso ser uno de los equipos más serios de la categoría. El conjunto bermellón ha sumado 49 de sus 69 puntos, perdiendo únicamente dos encuentros a lo largo de toda el curso.

De los 22 encuentros disputados esta campaña en Son Moix (21 en la competición regular y uno en el primer play-off ante el Albacete), ocho de esos resultados darían el ascenso a Primera a los bermellones. De repetir uno de esos marcadores ante el Deportivo de la Coruña, la gloria se vestiría de rojo.

Tenerife (4-1), Córdoba (3-0), Nàstic de Tarragona (2-0), Alcorcón (2-0), Lugo (3-0), Zaragoza (3-0) y Rayo Majadahonda (2-0) probaron esta temporada la superioridad del Real Mallorca en su casa. El último de ellos fue la semana pasada. El Albacete cayó (2-0) en la ida de la primera eliminatoria de los play-off. De calcar ese mismo resultado ante el conjunto gallego, el Mallorca será equipo de Primera.

Los números llevan al optimismo, pero este se tuerce al consultar las estadísticas del Deportivo de Pep Lluís Martí lejos de Riazor. El conjunto gallego tan solo ha sufrido una derrota a domicilio este curso con un resultado tan abultado que le valdría al Real Mallorca el ascenso, fue en la jornada 19 de competición en el Ramón de Carranza ante el Cádiz (3-0).

La afición del Mallorca, pese al varapalo del partido de la ida, confía en la gran temporada que ha firmado el equipo y en la seriedad de la escuadra rojilla en su feudo. Esas son las armas con las que cuenta el mallorquinismo ante un Dépor que tiene encaminada la eliminatoria, pero que todavía no tiene nada cerrado.

La afición del equipo bermellón prepara armas para recibir a los gallegos y quieren hacer de Son Moix un escenario que nunca olvidarán.