El balón marchó milimétrico al corazón del área. Raíllo y Abdón lograron zafarse de sus marcas, pero fue el cordobés el que metió la cabeza para introducir, sin contemplaciones, el esférico al fondo de la red. 1 a 2 a falta de menos de un cuarto de hora para el final del partido. Solo quedaba aguantar.

La celebración fue la esperada, con balón bajo la elástica rojilla para festejar su futura paternidad. Ya lo anunció hace unos meses: "Tengo muchos ganas de anotar un gol para dedicárselo a mi futuro hijo". El regalo llegó desde Las Palmas. Casi diez meses se ha hecho esperar el tanto de Raíllo. El último data del pasado 20 de mayo, en el partido de ida de la eliminatoria de ascenso a Segunda División en Son Moix ante el Mirandés. Otro tanto que tampoco nunca olvidará.