Dani Rodríguez se puso el equipo a sus espaldas en la segunda parte y fue el líder que tenía la función de conducir a su equipo a la victoria. Fue un todoterreno ayer el jugador gallego, que tanto le veías atacando como defendiendo sobre todo en una primera parte en la que el Elche pasó por encima del Mallorca. A los 26 minutos inició la única jugada en la que el equipo creó verdadero peligro. Puso un balón preciso a Sastre y el de Porreres a Salva Sevilla, cuyo remate se topó con la pierna de un defensa del conjunto ilicitano. A los cinco minutos puso un centro que no encontró rematador. Era el preludio del gol del empate. Mereció el premio del gol en el minuto 90, pero su remate de cabeza se fue alto por muy poco. Hubiera sido la guinda a un gran partido del centrocampista gallego, pieza fundamental para Moreno.