Un microcorte en la línea de Endesa que ofrece el suministro eléctrico al Estadio de Son Moix, en el Camí del Reis de Palma, fue la causa del apagón que obligó ayer a suspender temporalmente el partido de Copa del Rey Mallorca-Valladolid.

Se cumplía el minuto dos de partido y el encuentro no se reanudó hasta el 12. En ese lapso de tiempo, los servicios de mantenimiento del Real Mallorca, equipo que paga 4.000 y 5.000 euros de factura eléctrica por encuentro, se vio obligado a poner en marcha un plan B: arrancó el generador propio que funciona con gasolina diésel, lo que provocó que se elevara el nivel de ruido en un campo semivacío con 3.121 personas y que se extendiera por las gradas el olor que desprende el motor diésel del generador eléctrico de combustión.

De este modo, el Real Mallorca, hasta que se alcanzó el final de la primera parte.

Al inicio del segundo tiempo, los servicios de mantenimiento del Real Mallorca que trabajan en Son Moix comprobaron que el fallo de la línea eléctrica general había sido producido por un corte puntual y pudieron volver a conectarse al servicio de Endesa.

El club, según avanzó ayer un portavoz oficial, espera contar entre el viernes y el inicio de la próxima semana con el informe oficial de lo ocurrido emitido por la compañía suministradora de electricidad.

Las exigencias de un partido televisado obligan al Real Mallorca a contar con planes de contiengencia para evitar una posible sanción de la Liga de Fútbol Profesional