El Real Mallorca va muy en serio

El mejor Mallorca del último lustro dio ayer un paso muy importante en su carrera para empezar a creerse de que esta temporada se pueden lograr objetivos muy ambiciosos. La temporada es muy larga, no acaba hasta casi el inicio del verano del año que viene, pero lo que se está viendo en estos dos primeros meses de temporada es para estar muy satisfechos y sentirse optimista. Jugando como ayer, todo puede pasar. Y todo bueno. El equipo de Moreno logró la mayor goleada en años al derrotar por 4-1 a un Tenerife de Oltra que ofreció una paupérrima impresión. Esto no quita ningún mérito a un Mallorca enchufado, solidario, inspirado y que afina como la mejor orquesta.

En el minuto 4 llegó el primer gol y antes de la media hora, el segundo. Aridai y Lago Junior estamparon las primeras firmas a la victoria más holgada de la temporada, un rara avis en un equipo que hasta ayer, sus tres triunfos habían sido marcando un solo gol. Sin apenas darse cuenta, el Tenerife de Oltra vio una montaña insuperable ante sus narices. El primer gol, sin tiempo para asentarse, le dejó tocado y el segundo aplatanado definitivamente. El equipo local fue mejor de cabo a rabo.

La intensidad, esta palabreja que tanto usan los entrenadores, fue determinante para entender la diferencia entre un equipo y otro. El Mallorca afrontó el partido dispuesto a morder, a conseguir una victoria que ya hacía un mes que no lograba, desde la visita del Cádiz. Y se puso manos a la obra. Con muchos espectadores todavía buscando su asiento, Salva Ruiz, con la derecha, colocó un balón prodigioso a Aridai. El canario no lo desaprovechó para adelantar a su equipo. Oltra protestó que en la acción inicial el balón había salido de banda. En cualquier caso, el árbitro dio por válido el gol. Era el escenario perfecto para el Mallorca, y para cualquier equipo. Empezar un partido con ventaja en el marcador.

El conjunto rojillo no quitó el pie del acelerador. Empujado por una afición que tiene hambre de fútbol y de que las cosas vayan bien de una puñetera vez, los Salva Sevilla, Pedraza, Dani Rodríguez y compañía se pusieron a tocar el balón, a mimarlo, con los jugadores del Tenerife corriendo detrás del esférico. Al cuarto de hora, en la única llegada de los de Oltra, Reina respondió con una gran parada a cabezazo de Naranjo. De esta jugada el guardameta quedó tocado y precisó atención médica.

El segundo llegó a los 28 minutos. Y lo hizo con suspense. Un pase de Aridai desde la banda derecha fue rematado de manera acrobática por Lago. Le debió haber dado un efecto raro porque el balón tardó en entrar en la portería de Dani. Pero entró, que es lo que importa. El marcador reflejaba un 2-0. Lo nunca visto por estos lares. Ahora había que ser inteligente para administrar la ventaja.

En la segunda parte el Mallorca salió dormido. O relajado por la clara ventaja que llevaba. Y se dejó dominar por un Tenerife que ya no tenía nada que perder. El ex rojillo Aveldaño dio el susto a los seis minutos en un remate que acabó en saque de esquina. Y desde allí, Luis Milla, hijo del ex jugador del Barcelona, Real Madrid y Valencia, sin duda el mejor jugador del Tenerife, lanzó para que Salva Ruiz marcara de cabeza en propia puerta. Una acción de mala suerte. Otra vez tocaba sufrir para mantener la ventaja. Pero el suspense duró apenas cinco minutos, el tiempo que estuvo Abdón en marcar el tercero a pase de Aridai, el mejor hombre del partido con un gol y dos asisencias.

El encuentro prácticamente se acabó ahí porque los de Oltra cada vez llegaban menos al área de Reina. Y aún faltaba la guinda. Álex López, que hacía seis minutos que había entrado por Abdón, marcó su golito, el cuarto de la tarde, a pase de un Salva Sevilla que volvió a dar un recital de fútbol.

El equipo ha logrado la victoria más convincente de la temporada y en años. Pero, por encima de todo, este Mallorca es una piña, solidario como pocos. Y si esto sucede es mérito de Moreno, que los tiene a todos firmes. El que no cumple no entra en sus planes. Que se lo pregunten a Castro, que ha pasado de primer delantero a último. Hay motivos más que sobrados para ser optimista. Este Mallorca va muy en serio.