Sergi apostó por el jugador serbio desde el inicio del partido y éste no dio la talla. El técnico catalán, que en el partido ante el Nàstic había dejado muy solo a Brandon en la delantera, optó en La Romareda por Lago Junior, Brandon y Lekic en ataque, un experimento que tampoco funcionó. El 16 del Mallorca jugó a un ritmo muy inferior al del rival. No fue capaz de desbordar a la defensa del Zaragoza en ninguna ocasión y pausó el tempo del partido, algo que no benefició al equipo bermellón. Sergi decidió que Lekic fuera el primer cambio del once mallorquín dado su bajo rendimiento sobre el césped. Los pocos balones que le llegaban fue incapaz de controlarlos con eficacia y tampoco ayudó al equipo en defensa, esperando siempre arriba un rechace que nunca llegó.