Roberto Santamaría está en la fase final de su recuperación y, salvo recaída, entrará en la convocatoria de Javier Olaizola para la visita del sábado al feudo del Huesca. El guardameta navarro, en el dique seco este último mes por una lesión en el tobillo, ha vivido una temporada condicionada por las lesiones.
Santamaría, de 32 años, ha sido baja en once partidos de los 29 que se han disputado esta temporada por diferentes problemas físicos. El meta, sin continuidad bajo los palos, acabó por ceder la titularidad a Jesús Cabrero.
El navarro empezó el curso ganándose la confianza de Fernando Vázquez, que le alineó las primeras siete jornadas de Liga hasta que una lesión le envió a la enfermería. Tuvo su oportunidad Cabrero, pero un mes después el navarro recibió el alta y recuperó su sitio en el once.
El técnico gallego siempre confió en Santamaría, titular en la debacle contra el Valladolid (0-3) que precipitó su caída y la contratación de Javier Olaizola.
El técnico vasco no tuvo claro por qué guardameta optar, así que delegó en Miki Garro, preparador de porteros. Santamaría sufrió una nueva lesión que le impidió ir convocado los tres primeros encuentros de Olaizola en el banquillo, pero cuando se recuperó el elegido fue Cabrero, que desde entonces se ha mantenido firme bajo los palos.
El banquillo no libró al meta navarro de sufrir una nueva lesión. Las últimas cuatro jornadas el filial Parera ha ejercido como segundo portero. Pero Santamaría pudo entrenarse ayer con normalidad y el club espera confirmar su reaparición estas próximas horas.
Cabrero, que contra todo pronóstico renovó un año su vinculación con el Mallorca el pasado verano, ya ha sumado más minutos que su competidor: 1.440 frente a 1.170. En este tiempo el oscense, de 35 años, ha encajado 22 goles, mientras que Santamaría ha recibido trece.
En el capítulo de la eficiencia el navarro ha realizado 30 paradas frente a las 37 que ha protagonizado su compañero.
Ambos guardametas han rendido a un nivel discreto, a tono con un equipo que termina la temporada metido en una incierta pelea por la permanencia. En todo caso, esta campaña los problemas más graves del Mallorca se han focalizado en el ataque y no en la defensa.
