Sin prácticamente tiempo para conocer a sus jugadores, Fernando Vázquez debuta hoy en su regreso al banquillo del Mallorca. En su primera lista de convocados ya ha dejado un mensaje: nada le condiciona, ni tan siquiera dejar en la grada a uno de los capitanes, Javi Ros, indiscutible con Ferrer y suplente con Gálvez. Resulta una incógnita el equipo que pueda poner en liza el técnico gallego, pero no esperen una gran revolución porque lo que tiene es lo que hay y, lamentablemente, no hay más. En Italia Bianchi, Coro y Acuña se presentan como los jugadores más ofensivos del equipo, y no extrañaría que fueran ellos los titulares en la punta de ataque.
Será por la edad, o por la experencia acumulada tras muchos años en los banquillos, pero Vázquez transmite una seguridad en las antípodas de alguien que haya visto al equipo en esta primera vuelta. Los números de la primera parte del campeonato, con solo cuatro victorias, no invitan al optimismo, pero no queda otra que agarrarse al nuevo entrenador y confiar en que la suerte se decante del lado del Mallorca.
El Alcorcón, sexto clasificado, es todo un hueso para empezar. Allí, en el estreno de la Liga, se jugó el que posiblemente haya sido el peor partido hasta el momento, y eso que ha habido muchos. Pero el Alcorcón que juega ante sus aficionados es muy diferente del que lo hace en los desplazamientos. Con 18 goles, es el tercer equipo que más encaja fuera, lo que da una idea de su mediocridad.
Por si no tuviera suficientes problemas, al consejero delegado se le presenta ahora el de la renovación de uno de los pocos futbolistas que ofrecen rendimiento, Brandon Thomas. Hay diferencias ostensibles entre lo que ofrece el club y lo que pide el representante del jugador. Solo faltaría que las negociaciones no tuvieran un final feliz en una temporada para olvidar y de la que hoy empieza la cuenta atrás.
