Utz Claassen no arroja la toalla. El grupo de trabajo del presidente del Real Mallorca, con la abogada Lidia Navarro como cabeza visible, tiene previsto acudir mañana lunes a Cort para presentar nueva documentación con detalles adicionales sobre el proyecto de girar 90 grados el terreno de juego del Iberostar Estadio.

Después de que el teniente de alcalde del Ajuntament de Palma, Antoni Noguera, asegurara ayer a este diario que no se cuenta con la autorización del Consejo Superior de Deportes (CSD) para realizar la reforma del estadio, Claassen insiste en que la operación es posible. En el entorno del presidente y propietario de la entidad mallorquinista destacan la "buena sintonía" entre Cort y el Mallorca y que las diferencias entre las partes "son de interpretación". "Todo está planificado hasta el último centímetro de cable", apuntan.

En la planta noble de Son Moix se cree que la operación del giro de 90 grados del terreno de juego es posible desde el momento en que se ha recibido la aprobación del CSD a la permuta del Lluís Sitjar por Son Moix. "Con la permuta, el club es el propietario y podemos hacer lo que queramos", señalan desde el club, que añaden: "El concepto de eliminar las pistas ya está incluido en esta permuta". En definitiva, mientras Noguera afirma que incluso para este proyecto se necesita autorización, el club es de la opinión que con la permuta ya dispone del permiso.

Claassen no se cansa de repetir que la idea de cambiar la orientación del terreno de juego del actual Norte-Sur a Este-Oeste "es un gesto a la afición en el año del Centenario" y que no supone ninguna ventaja económica. El club se escuda en la ya larga reivindicación de la afición de eliminar las pistas de atletismo. Y si se consigue, el equipo ganará en proximidad con los aficionados y se dejaría atrás la frialdad del estadio. Además, argumentan que si no se cambia la dirección del terreno del juego se verían obligados a derribar la tribuna de sol.

En un proyecto más a largo plazo, de momento sin fecha, la idea es continuar con las dos tribunas, la Cubierta y la de Sol, mantener la idea de girar el césped, derribar las curvas y levantar una nueva Tribuna norte y sur al mismo nivel que la cubierta. Un proyecto que alcanzaría los cien millones de euros.

La remodelación que se pretende llevar a cabo en las próximas seis semanas implicará la reducción de la capacidad del estadio, que pasaría de los 23.920 actuales a 19.428. Las dos gradas provisionales contarían con 2.900 plazas cada una.

A los lados de la Tribuna Sol y Cubierta está previsto levantar unas carpas, al estilo de las que se ven en la Fórmula Uno o en los torneos de tenis, que Claassen quiere denominar 'Pueblo del Centenario'.

Ante una respuesta afirmativa por parte de Cort, que en el Mallorca todavía ven posible, el club solicitó el viernes a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) empezar la Liga lejos de Son Moix, por lo que el primer partido en Palma no sería hasta el fin de semana del 29 y 30 de agosto. En cualquier caso, en el Mallorca no quieren dramatizar: "Si hay un obstáculo no pasa nada, no es el fin del mundo".