El proyecto de Utz Claassen y Miquel Àngel Nadal va tomando forma sin caer en las locuras del pasado. Se ficha compromiso, ambición y sacrificio, el de futbolistas que como Timon y Kébé han renunciado a mucho dinero por embarcarse en el Mallorca. Se impone la cordura frente a la negligencia, como cuando Serra Ferrer le 'regaló' a José Luis Oltra una defensa formada por Geromel, Agus y Miguel García con un presupuesto deportivo de doce millones de euros. Un dineral dilapidado en una plantilla que a punto estuvo de descender a Segunda B.
Ahora se hacen las cosas de otra manera. No hay primas a futbolistas por partidos jugados. Ni chantajes para que cambien de representante si quieren renovar. Mandarán los resultados, pero al menos ha vuelto el sentido común.