Despojado ya de temores, arrancó el Mallorca presionando y combinando de medio campo hacia adelante. Pero, poco a poco, se fue relajando y el Albacete se adueñó del balón. Y con la pelota en posesión del rival llegaron el dominio y las ocasiones de gol.
Sin capacidad para salir y mantener el balón, los rojillos echaron en falta a Xisco, que proporciona un desahogo en momentos difíciles. El delantero aguanta el balón cuando lo tiene y permite al equipo adelantar líneas. Joselu no se cansa de correr, pero es inocuo como referencia porque ni se le encuentra ni inquieta al rival.
Javi Ros no pudo cambiar la dinámica, el Albacete tenía el ritmo de partido controlado y quería agradar a la afición del Carlos Belmonte. Brandon, con descaro y rápido, se merece ser más chequeado en la categoría porque podría ser un jugador muy válido. Igual que Cifre, que si bien estuvo tranquilo con el balón, sufrió su falta de experiencia ante atacantes con muchas más tablas.
Cedric tuvo unos minutos testimoniales. Es un jugador al que se le puede estar escapando el tren si no mejora. Tiene unas condiciones excelentes, un gran físico y buen nivel técnico, pero siempre espera que le lleguen las ocasiones, no las fabrica por sí solo como debería y podría hacerlo por las condiciones antes mencionadas.
