Utz Claassen desactivó 'in extremis' una sanción de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) que iba a impedir fichar al Real Mallorca la próxima temporada. El origen del problema fue una deuda de 575.000 euros al Tottenham Hotspur por Giovani Dos Santos pendiente desde el pasado agosto y de la que Llorenç Serra Ferrer no informó. El Jueves Santo el club recibió la comunicación de la LFP y una rápida negociación del propietario bermellón con el club inglés neutralizó el expediente iniciado por la Liga.
El Mallorca traspasó a Gio al Villarreal en el verano de 2013 a cambio de 3.085.500 euros con el compromiso de pagar el cincuenta por ciento de la plusvalía generada al Tottenham, club en el que jugaba el futbolista antes de recalar en la isla.
La entidad balear pactó con el conjunto amarillo dos pagos, uno en el momento de ejecutarse la operación, y otro en agosto de 2014. El Villarreal ejecutó ese segundo desembolso y al Mallorca le quedaba cumplir con el Tottenham abonándole 575.000 euros. Sin embargo, la entidad balear no hizo el ingreso.
El club inglés envió un correo electrónico a Serra Ferrer el 18 de septiembre adjuntándole la factura y apremiándole a que saldara la deuda. "Querido Llorenç. Por favor atienda a la factura adjunta relativa a la deuda por la venta de Giovanni Dos Santos, pago que se adeuda desde el 31 de agosto. Esperamos recibir el pago a su debido tiempo", escribió al pobler Jenny Stephens, secretaria de fútbol de la institución londinense.
Por aquel entonces Serra confiaba en vender sus acciones a Dudu Aouate, quien ejercía como manager general, pero el pobler había sido el director deportivo que intervino en el fichaje y en el posterior traspaso de Gio. Sin embargo, ni se dio por enterado ni informó a nadie de la existencia de ese compromiso de pago. Ni siquiera cuando el pasado mes de enero vendió sus acciones a Claassen.
El Jueves Santo la LFP informó al presidente bermellón de que el Tottenham había denunciado al Mallorca y le advirtió de que si no abonaba ese medio millón de euros en el plazo de dos días se prohibiría al club realizar fichajes la próxima temporada. Claassen llamó inmediatamente al propietario del club inglés, Daniel Levy, que se encontraba de vacaciones en Estados Unidos. Le aseguró que desconocía la existencia de la deuda y le convenció para que retirara la denuncia garantizándole que pagaría.
Levy aceptó, acordó con Claassen un calendario de pagos y la LFP desactivó el procedimiento abierto contra el Mallorca. El Comité de Competición reunido ayer archivó el caso de manera formal, por lo que el Mallorca ha esquivado un duro castigo que le habría impedido reforzarse el próximo verano.
Las consecuencias deportivas habrían sido dramáticas: una plantilla sin varios de los titulares de esta temporada, con los cedidos en sus clubes de origen y reforzada únicamente con futbolistas del filial. Obviamente el equipo habría sufrido para mantener la categoría en el año del Centenario.
