El Nanu quiere que el equipo maneje diferentes sistemas, pero requieren un tiempo que podría no tener. El 4-3-3 funciona si tienes el balón. La ocupación del espacio es más intuitiva y precisa de mucha práctica. No funcionó y los futbolistas nunca estuvieron bien colocados o de forma eficiente.
La presión la iniciaban Ros y Martí, partiendo desde muy atrás y recorriendo muchos metros. Así la presión no fue efectiva y el Sabadell salió sin problemas. El Mallorca tuvo que retroceder y ceder terreno al rival, que jugó muy cómodo y llegó sin apenas oposición. A la media hora hubo que cambiar al 4-4-2, pero con los mismos jugadores que había. Yuste apareció al tener más espacio y se empezó a tener el balón.
En el descanso se impuso el sentido común: un 4-4-2 con jugadores específicos. Se tocó y se dominó, pero cuesta derrotar a un equipo al que se le permitió creer que podía ganar.
Quizás Riera y Arana en sus bandas naturales, dando más amplitud al Mallorca y, por tanto, una posesión de balón más limpia, habrían propiciado llegadas más claras.
Sería conveniente centrarse en dominar pocas cosas en lugar de querer abarcar varias sin garantías. Más por la falta de tiempo y necesidad de ganar partidos que porque la idea sea equivocada.
*Exfutbolista del Mallorca
